133. Año 10: FERNANDO VALVERDE | Los hombres que mataron a mi madre (Santa Rabia Poetry, 2025)

FERNANDO VALVERDE. La crítica ha reconocido que el español Fernando Valverde (1980) es uno de los poetas con mayor reconocimiento internacional. Más de doscientos especialistas de un centenar de universidades, entre ellas Harvard, Oxford, Cambridge o Princeton, lo eligieron el poeta más importante de la lengua española nacido después de 1970. Sus libros han sido publicados en una veintena de países y traducidos a numerosos idiomas. Valverde es miembro de la Academia Norteamericana de la Lengua Española y profesor en la Universidad de Virginia en los Estados Unidos, donde enseña Romanticismo y la poesía de Federico García Lorca. Fue nominado a un LatinGrammy por un trabajo de fusión de poesía y flamenco y ha recibido importantes reconocimientos como el premio Antonio Machado o el Emilio Alarcos del Principado de Asturias. En 2022 recibió la Orden de José Martí a la excelencia académica. En 2024, fue premiado en Italia por su compromiso en la lucha contra la violencia de género. Entre sus últimos trabajos destacan dos libros de poemas Desgracia (2022) y Los hombres que mataron a mi madre (2023). Además, ha publicado la primera biografía de Shelley en español (Planeta, 2023) y la más completa biografía de Lord Byron (UNAM, 2024) trabajos por los que se le considera uno de los mayores expertos mundiales en Romanticismo. En Palabras de Charles Simic, Valverde es el autor “más original” de nuestros días. También Raúl Zurita ha considerado que algunos de los poemas de Valverde están “condenados a la inmortalidad”.

 

Tres poemas de Los hombres que mataron a mi madre de Fernando Valverde

(Colección de Poesía Panhispánica de Santa Rabia Poetry, Perú, 2025)

 

 

 

NUESTRA MADRE

 

 

Una tumba sin nombre.

Alguien había escrito: NUESTRA MADRE.

Pienso en ti,

pienso en el horizonte,

en la casa del mar donde soñabas

morir

porque la muerte podía ser hermosa,

podía haber llamado con ternura

y haber abierto el mar en tu camino,

un cambio de sustancia,

un abrazo con pena por el mundo.

Jamás volveré a verte,

trato de recordar aquella casa,

tu mirada perdida

buscando el horizonte,

el dolor en tu rostro pegado como sombra.

Busco en la soledad más solitaria,

en el dolor más íntimo,

detrás de la tiniebla que me habita,

y allí descubro ahora

 

 

MADRE ENTRA EN EL MAR

COMO EN LA MUERTE

 

 

Y la niebla besaba largamente

aquel rincón del mundo en que te hallabas.

Francisca Aguirre

 

Es la fosa del mar,

la tiniebla que habitas:

la noche que revela

el último misterio.

 

Nada persigo,

nada quiero saber

porque todo es dolor.

 

Solo el olvido busco.

 

Solo quiero olvidar,

frente a la pobre tumba de mi madre,

 

el mar que fue la dicha deshaciéndose,

 

las olas una a una arrepentidas

de su propia mecánica

regresan al abismo,

 

vuelven a ti,

se inclinan vagabundas

como lo hace la pena.

 

 

MADRE PIERDE SU ANILLO DE LA SUERTE

 

 

Buscas entre la leche

dentro de una botella

debajo del sofá

pero allí solo encuentras el recuerdo

del amor

 

perdóname

 

busca dentro de mí

podría haber tragado

la suerte sin saberlo

bebiéndome la leche

podría haber pisado los cristales

o volcado la sal

sin darme cuenta

sin saber tu secreto

tu secreta esperanza

 

 

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