SARA MARTÍNEZ TUÑÓN, con seudónimo Sara Reinero (Gijón, Asturias, 1999). Graduada en Turismo. Su pasión por la literatura le llevó en 2018 a la escritura de sus primeros poemas. Periódicamente fue difundiendo sus letras en redes sociales y aprendiendo nuevos dotes en talleres creativos y de poesía. Su afán por compartir su primer poemario y el buen recibimiento en las redes le animó a publicar con la editorial Círculo Rojo su primer libro “Debilidades”, poemario de cincuenta poemas en prosa poética, dos sonetos y un romance, ilustrado por Javi Pozo, reflexionando en un mundo de fragilidad e introspección acerca del amor propio y la resiliencia, dedicatorias, el amor y la complejidad de las relaciones humanas, la culpa y el perdón para demostrar que la debilidad no es ser frágil, sino ser humano, y toda ella la podemos convertir en una fortaleza.
XIII. HOGUERAS DE SAN JUAN
{Silencios que apagan incendios, callan tormentas, mueven colinas.}
A veces no escucho más silencio
que un estruendo en mi interior,
solo él y yo,
nadie más,
en una fría o cálida noche de San Juan,
acompañándonos los dos,
vivo y perspicaz,
con su viva llama,
que recorre
y cala cada pelo y parte de mi piel,
dejándome sin aire
y con sed,
sed de ti.
XXXI. HILO ROJO
{Hilo rojo imposible de romper,
¿quién lo ha de prever?}
Quisiera encontrar el camino hacia ti,
ser tú la que me guíe,
mi señal de previo aviso
sin miedo a sufrir contigo,
mi apoyo si fallo,
mi flotador si me asfixio,
mi heroína si caigo,
golpe tras golpe arrasaste con mi vida;
quién me lo diría,
cuestión de segundos y dos ya bastarían.
El hecho de mirarte y una conexión inevitable,
nervios ya latentes consecuencia de temblores,
ciega yo de otros amores y trenes del pasado,
me alejaron de tu lado.
Rezo al destino para hallarte;
tan solo una vez, una solo bastaría,
por fin me saciaría.
Lograr liberar mi ansia, saciar esta sed;
sin conjuro ni hechizo me adueñaría de ti,
antepondría a los pretendientes y el vaivén de trasnochar,
cumpliría mi condena aunque tenerte me doliera.
Para qué ocultarlo, para qué negarlo,
si por ti voy detrás como un perro atado,
y sumisa me tienes, rendida a tus pies.
Hasta la química que tenemos corta la brisa de antaño,
yo tan mía y tú tan tuya.
Fue conocerte y rehuir a los demás, culpable de tu amor.
XLIX. AMOR KAMIKAZE
{Amores que matan.}
Te quiero,
te amo y admiro
desde antes de haberte conocido,
te río y suspiro por los ríos del Edén,
y entre pautas del Darío,
por ti mi cariño,
mas te huyo con martirio,
entre besos y ojos de suicidio,
¡ay, mi amor fugitivo!,
kamikaze y fugaz,
siendo en esta vida,
mi vida,
mi única debilidad.