142. Año 9: SARA MARTÍNEZ TUÑÓN | Hogueras de San Juan

SARA MARTÍNEZ TUÑÓN, con seudónimo Sara Reinero (Gijón, Asturias, 1999). Graduada en Turismo. Su pasión por la literatura le llevó en 2018 a la escritura de sus primeros poemas. Periódicamente fue difundiendo sus letras en redes sociales y aprendiendo nuevos dotes en talleres creativos y de poesía. Su afán por compartir su primer poemario y el buen recibimiento en las redes le animó a publicar con la editorial Círculo Rojo su primer libro “Debilidades”, poemario de cincuenta poemas en prosa poética, dos sonetos y un romance, ilustrado por Javi Pozo, reflexionando en un mundo de fragilidad e introspección acerca del amor propio y la resiliencia, dedicatorias, el amor y la complejidad de las relaciones humanas, la culpa y el perdón para demostrar que la debilidad no es ser frágil, sino ser humano, y toda ella la podemos convertir en una fortaleza.

 

 

 

XIII. HOGUERAS DE SAN JUAN

{Silencios que apagan incendios, callan tormentas, mueven colinas.}

 

A veces no escucho más silencio

que un estruendo en mi interior,

solo él y yo,

nadie más,

en una fría o cálida noche de San Juan,

acompañándonos los dos,

vivo y perspicaz,

con su viva llama,

que recorre

y cala cada pelo y parte de mi piel,

dejándome sin aire

y con sed,

sed de ti.

 

 

XXXI. HILO ROJO

{Hilo rojo imposible de romper,

¿quién lo ha de prever?}

 

Quisiera encontrar el camino hacia ti,

ser tú la que me guíe,

mi señal de previo aviso

sin miedo a sufrir contigo,

mi apoyo si fallo,

mi flotador si me asfixio,

mi heroína si caigo,

golpe tras golpe arrasaste con mi vida;

quién me lo diría,

cuestión de segundos y dos ya bastarían.

 

El hecho de mirarte y una conexión inevitable,

nervios ya latentes consecuencia de temblores,

ciega yo de otros amores y trenes del pasado,

me alejaron de tu lado.

Rezo al destino para hallarte;

tan solo una vez, una solo bastaría,

por fin me saciaría.

Lograr liberar mi ansia, saciar esta sed;

sin conjuro ni hechizo me adueñaría de ti,

antepondría a los pretendientes y el vaivén de trasnochar,

cumpliría mi condena aunque tenerte me doliera.

Para qué ocultarlo, para qué negarlo,

si por ti voy detrás como un perro atado,

y sumisa me tienes, rendida a tus pies.

Hasta la química que tenemos corta la brisa de antaño,

yo tan mía y tú tan tuya.

Fue conocerte y rehuir a los demás, culpable de tu amor.

 

 

XLIX. AMOR KAMIKAZE

{Amores que matan.}

 

Te quiero,

te amo y admiro

desde antes de haberte conocido,

te río y suspiro por los ríos del Edén,

y entre pautas del Darío,

por ti mi cariño,

mas te huyo con martirio,

entre besos y ojos de suicidio,

¡ay, mi amor fugitivo!,

kamikaze y fugaz,

siendo en esta vida,

mi vida,

mi única debilidad.

 

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