6. Año 10: SAMIRI HERNÁNDEZ HIRALDO | Arquetipas

SAMIRI HERNÁNDEZ HIRALDO, nacida en Puerto Rico, ha publicado sus poemas en un número significativo de revistas y antologías. Ha sido traducida a varios idiomas, y cuenta con los cinco poemarios: Al vapor (2020), Cuando el líquido es sólido (2021), The Five Legs of the Cat (2021), Perforaciones (2021) y Carnadas (2023), tres de los cuales han sido premiados. El año pasado también publicó el plaquette, Cara de tierra (2024). Samiri enseña antropología y religión en Florida Agricultural & Mechanical University. En los últimos años ha profundizado en el área de la semiótica y la antropología literaria, especialmente en la poesía etnográfica, vinculándolas al trabajo de campo, la investigación, la docencia y la difusión del conocimiento antropológico. Samiri participa y coordina eventos literarios y culturales.

 

 

 

ARQUETIPAS

 

¿Que habrá sido de aquella ternura

derramada sobre nuestros frágiles cuerpos?

(Menos aquellos que no la recibieron.)

Pudiendo la ternura lamernos

de tanto amor con regocijo,

aquellos cuidos, jardín de protección

en diferentes culturas y geografías significando tanto y a la vez distinto.

Pudiendo al toque de colindancia de pieles resistentes,

el encaje sublime de una piel tierna, juguetona,

la otra hasta insatisfecha, petroglifa.

 

¿Dónde queda la césped sonrisa

una danza frenética, elevada canción con la inesperada y pequeñísima?

¿Seguirá escondida, inerte

en algún rincón de aquellos delicados ojos,

dentro de los que siguen siendo nuestros, inocentes ya no,

llegando al aire, que según se esparce, se respira

y que fácil y cómodamente se anida

ni por equivocación?

 

¿Dónde queda el punto de la risa primeriza o no, cicatriza o no, racimo de líneas rectas,

bordado de tripas, entre venas y el corazón

desde la piel tierna a la seca,

escamosa, y dura por el contrario? Paralelas, intersecas.

Su historia entre icónica, indéxica,

y arbitraria, sin comparación ni en fórmulas trigonométricas.

 

¿Qué hará con el tiempo, la distancia, otra superficie distinta o no,

de entre todas, la última distinción?

 

¿Qué queda de ternura de lo que somos en silencio,

arrugas apuntando a otras

sin sobrarle monedas en el bolsillo que es el tiempo?

 

 

LA MAGIA DE LOS OJOS

 

 

De mirarnos justo a los ojos por lo menos diez segundos, puede

 

que la flor y su perfume no huyan como lagartijo para tener que írsele detrás, que como los dedos del infante sus pétalos crezcan y crezcan

 

que el perro como cualquier otro animal hambriento y sin patas, nade desde el desierto con ruedas de triciclo, lluvia de trigo, nubes las alas

 

que de tantas telas pesadas como si agarradas por pequeños diamantes, no haya que extraer los diamantes ni sobrecoser las telas en dolor y desesperación

 

que la palabra dios, no sea el truco que esconda otros trucos, por ejemplo, el pañuelo convertido en paloma, el conejo salido de un sombrero vacío, y el te amo de corazón

 

que las bombas perfilen como la lava del volcán Mauna Loa, luz de estrellas sobre escenas de odio bajo miles de capas de suelos toscos y oscuros

 

que de la boca de un camello salga el arcoiris más dinosaurio que nunca se haya visto, por fin cumpliendo la promesa de no más destrucción y genocidio, yendo por el tiempo en reversa hasta antes de la concepción (y no de virgen)

 

que de un sutil guiñazo, todos los seres que en el mundo hayamos habitado nos tomemos de la mano, escuchando susurrar nuestros nombres con el recuerdo de haber nacido del mismo vientre

 

ENSUEÑACIONES

 

 

Unas florecitas han nacido dentro de los dedos de mis pies sin saber por qué,

creo que porque más de una vez sin poder contar las veces he sido buena gente

aunque deberían también crecer rocas y espinas

 

Las florecitas crecen hasta llegar a ser flores, árbol de una flor

con todo y que entre tiempos hasta en reposo entreaprieto los dedos, presiono queriendo

revelarme, salir de este mundo

 

Debo ser un jardín de sucesos menos malos y más buenos, entre insanos y gustosos recuerdos,

magníficos sueños

sin perder el espacio donde piso, el espacio fuera de mis pies, el espacio desde donde tantos

cuerpos seguimos

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