GUILLERMO MILLÁN ARANA (Barcelona, 1991) se crió en Madrid. Estudió Traducción en Heidelberg. Actualmente vive en Renania del Norte-Westfalia (Alemania), donde ha dado clases de español y literatura hispanoamericana en la Universidad de Duisburg-Essen y en la educación secundaria. En 2022 aparecieron las Miniaturen, una colección de textos breves. Otros poemas suyos se han publicado en revistas y antologías germanófonas. Aspira a hacerse andariego como Friedrich Hölderlin, a depurar su lenguaje como Alejandra Pizarnik y a cantar sus textos como Dylan Thomas.
TIERRA
Salí de mi tierra
De mi tierra que no era tierra
Sino asfalto, ladrillo, pintura y zonas ajardinadas
Salí de mi tierra
Hace tanto tiempo que ya no me acuerdo de lo que es echarla de menos
Ni lo que es echar de menos echar de menos
Mi nueva tierra no me es nueva
Me es una tierra de asfalto, ladrillo, pintura y zonas ajardinadas
Una tierra en la que no tengo que trabajar la tierra
Sólo transitar las estructuras en las que todo sería igual si no estuviera
Y nada sería lo mismo si despareciera
En esta y aquella tierra que no son tierra me quieren
De unos pocos lo sé y de otros tantos lo supongo
Toco a gentes con lo que traigo de tierra mía
Y me tocan gentes con lo que traen de su tierra
Muchos venimos y vivimos y nos vamos
De tierras que no son tierra
Se podría pensar que una tierra de tierra podría regalarme una tierra
Por redundante que parezca
Pero solo mis ausencias me pueden dar mi tierra
Y sólo con mis presencias quiero cultivarla
Digo esto
Pero lo cierto es que mi tierra
Me planta
Me siembra
Y me cosecha
Yo me la siento tierna
Mi tierra de los sin tierra
Hablándote
Tú no sabes
Que mis ojos meciéndose en los tuyos
Que tu olor trepando mi nariz
Que el calor con que me arropas
Que la mano azul con que cubres mis campos de mano
Que la voz que son los cantos de mis bosques
Son lo que me hace y más que eso
Una tierra constante y buena
Pero tengo que admitir
Que no eres quien piensas
No digo para mí
Sino que no eres quien te piensas
Al igual que no soy quien creo
Porque haciendo el camino
Quien sabe qué tierra deja
Y qué tierra queda por dejar
UN TREINTA DE JUNIO
Un treinta de junio pienso en cómo
Por la noche será medio año más,
Vida, sigues sola, sola sin asomo
De esperar, no dejas dar marcha atrás.
Tiempo que escapas con todo el aplomo
Del mundo. Esta noche dormiré a ras
De sueño, olvidando el reloj. Tan romo
Lo dejas al limarlo a tu compás.
¿El uno de julio qué va traer?
Vida y sueño y tiempo y alguna duda
Más o menos, por eso duermo y vivo
Pensando en por qué estoy tan pensativo,
Tan dubitativo. Y en nada ayuda
Pensar en si voy a volver a nacer.
POR QUÉ, MI HERMANO, ESE PÁJARO DE IRA
Por qué, mi hermano, ese pájaro de ira
Siempre te muestra su plumaje oscuro
Dejando tu alma en ascuas en la pira.
Algo quema tu alma, fuego respira
Cuando bate sus alas sin apuro.
Por qué, mi hermano, ese pájaro de ira
Cuando incubó en ti la aullante mentira
Cavando en ti su nido de cianuro,
Dejando tu alma en ascuas en la pira.
Y renace el ave, te rapta y vira
En el cielo chillando su conjuro.
Por qué, mi hermano, ese pájaro de ira.
Como las bestias rojas de Altamira
tu sangre cría a los monstruos del muro
Dejando tu alma en ascuas en la pira.
Y en tus cenizas ya nada suspira
más que el vuelo tenaz del mal augurio:
Por qué, mi hermano, ese pájaro de ira
Dejando tu alma en ascuas en la pira.
Poemas que hacen pensar sobre el sentido de la existencia, que buscan ese sentido, que lo cuestionan. Buena poesía, por tanto.
TIERRA
¿Pertenecemos a un lugar?
¿Construimos nuestro lugar?
La fugacidad y dinamismo de nuestro lugar
UN TREINTA DE JUNIO
Homo effimerus. Tiempo, soledad y sueño.
POR QUÉ, MI HERMANO, ESE PÁJARO DE IRA
Pasión corrosiva
El ritmo, la melodía, la temperatura, el color…creados en los poemas; esos elementos envuelven al lector en una atmósfera humanista.
Esa atmósfera se genera también gracias a un buen manejo de los recursos formales; por ejemplo, las anáforas del último poema, donde se vuelve una y otra vez al verso que da título a dicha composición.