MIYIN DELGADO KARL es una escritora colombiana que vive actualmente en California, EE.UU. Miyin nació y creció en Bogotá como parte de una familia mixta Latino-asiática que le alimentó y crió siempre con historias. Su obra tiende a centrarse en temas de inmigración, identidad queer, dinámicas familiares, y folclore Latino Americano. Sus poemas en inglés han sido publicados en wildscape. literary journal y welcometoplutos, y también puedes encontrarla compartiendo conocimientos rebuscados en su podcast, The Gifted Child Symposium. Actualmente Miyin trabaja en producción de cine y escribe guiones, prosa, y poesía con una dosis igual de humor y trauma.
GRIFO INFINITO
Escribo poemas
con dedos que me tiemblan,
castillos en la arena
que se los lleva la marea
La vitrina nítida:
cristales que se quiebran.
Momentos de vida:
recuerdos que se olvidan
Todo un ejercicio
de construir y dejar ir.
Ola tras ola, vaivén infinito
de dar y recibir
Ahora lo veo: me apego
pero no me aferro;
lo que me enriquece
no me pertenece
Como el océano y su sal,
como inhalar y exhalar
todo viene y todo va,
no hay nada más natural
Me reconcilio con el hecho
de que todo es temporal
ME DESPIDO DE TI (Y ME VOY)
La encontré con la mirada:
su sonrisa brillante y afilada
como vidrio roto,
fragmento de un momento,
espejo en el que en su reflejo,
te vi parada
Me acerqué como ensimismada
su sonrisa todavía plasmada,
en mis recuerdos tatuada
tanto rosa como granada
La toqué sin urgencia ni apariencia,
viviendo en su piel en mitad de la fiesta
ambas cronologías sobrepuestas,
fibras de un solo tapiz en mi conciencia
Perdida en el ritmo,
en la oscuridad del vacío,
salté en la corriente de su río,
desembocando su arroyo en el mío
Y así
borré con mis labios su sonrisa
que en realidad era la tuya,
Desordené con mis manos
las manos del reloj para poder
volverte a ver
Entre música y cuerpos ajenos
pinté con mi boca un “hasta luego”
Y así
con ese último beso que te di
por fin me despedí de ti.
QUIERO SER MONTAÑA
Te extraño —
¿Cómo es eso posible?
Si te vi hace una hora
en la plaza y te di
un beso en la terraza
y encontré más razones
para verte mañana.
Tu piel contra la mía
sin escape ni salida,
una canción de cuna
que me arrulla,
un olor a infancia
que me revuelve las entrañas,
un domingo de madrugada
con todo el día sin hacer nada,
eso es estar contigo.
¿Como me conformo,
entonces, con nuestra
temporalidad humana?
No es suficiente amarte
con este cuerpo fugaz —
quiero ser montaña,
agua, río, y aire,
y en este mundo ser constante
para que el tiempo no nos separe