JEAN CARLOS PEDRETTI, nace el 6 de septiembre de 1998 a las 12:01 pm, en San Antonio de los Altos, Edo. Miranda, Venezuela; desde pequeño siempre ha tenido un talento natural para la creación de relatos e historias a modo de juegos y cuentos que le gustaba crear, su abuela por parte de padre siempre fué una excelente inspiración para él, una mujer artística hasta la médula, que pinta, canta, como, escribe, cocina y cuida su jardín con un amor profundo y sublime, a los 17 años se gradúa de la escuela secundaria y comienza la carrera de psicología, a los 20 tuvo que dejar su tierra, su carrera, sus amistades y su familia a medias en búsqueda de un futuro mejor en República Dominicana con su madre, hermana y su abuela por parte de madre, más su amor por la escritura y la poesía nunca pereció, actualmente está en proceso de culminación de su primer poemario con un estilo único y que evoca una profunda búsqueda a embellecer lo efímero llamado “Voces de lo Ínfimo”, ha escrito diversidad de cuentos, cartas, poemas de amor y actualmente se encuentra en desarrollo y culminación de una novela.
NOTACIONES
Triste adormecido soy
diáfana espiga de árbol marchito
como lo que se come
sin ventura.
Peciolo sujeta mi palpito
succiona devora
virtud que de mi dimana
el cañón compasivo en mi frente
espoleta retardada.
Reflejo deprimente soy
mi infante no alza la mirada
no me observa
como el que lastimero se halla.
El niño vuela
ensueña
divaga.
Cosas por rehacer.
Él tan lejano
tan despierto
en mi cuenca
visionarle trae lluvia.
Silencioso puñal
descansa en mía espalda
soy tristeza y soñolencia
esperando la detonación.
NIEBLA
Si antes me despedí de ti,
hoy te asesino,
más,
hoy te perdono…
Ansiosa tormenta revienta mares de anhelos,
ojos vueltos hoyuelos,
sonrisa cosida obligada al silencio.
Hoy te perdono…
Sufre alma noble,
tortura las mariposas,
engañosas formas de amor,
actos prohibidos.
¿Cómo puede alguien besarte,
verterte el tosigo de un falso sentimiento?
¿Cómo puedo construirme luego de que hechizaste mi vid
y me empujaste al abismo?
Tu dulce traidora,
falsa amiga,
tu… yo.
Hoy te perdono… me perdono, te perdono.
Triste verme reflejado en tu espejo
ansío desvestir al demonio otra vez
y perderme en la lujuria otra vez
que deshonra.
¡Oh, que maldición vertiste!
Mi alma vuelta oscura,
pasión y maldad,
ansío bondad, ansío amor.
Conviertome en lo maldito,
en lo sufrido, en lo repulsivo.
Hoy te perdono… hoy te extraño
perturbada virtud.
Sentimientos obnubilados,
aceptación de mi macabro sentir,
dejo mi pasado,
abrazo la traición… muero lento.
Hoy te perdono,
no obstante,
si antes me despedide ti…
hoy te asesino.
LAGUNAS
Rindome en tu senda
veo mis manos
perdido vasallo
mi «Yo» en la vereda.
Suma antífona sórdida
canto austero sin métrica
mi dispar sombra límbica
no refleja.
Soy mil rostros sin rasgos o formas
Un “no – nada” en un “si – todo”
vademécum de dudas
del otro lado, allá, las respuestas.
Si decido cruzar
nadaré en mis anhelos
fuerzas no tengo
ínfimo resulto ante el picado sotavento.
Ansío algo más que el liminal «Yo»
quizá un definido «Tu»
ya no más muros
ni sueños confortables
El rosa, flujo de mis ideas
ha de matizarse
inhóspita contingencia
muerto en nada.
En mis lagunas.
Espero el juicio.