GABRIEL MIRANDA TORRES. (Chile) “Escribo porque es la única manera que encontré para dejar de morir, la poesía es volver a pasar por el corazón”.
HUELE A PELIGRO
Huele a peligro
Tu voz
Tú canto de gorrión
Susurro de pasión
Desborde de emoción
Encuentro
Acecho
Miradas cómplices
Piel fundida con la nada
¡Tú me hablas y yo!
Lejos de tu nido
Me siento vivo
Quiero ser tu abrigo
Huele a peligro
SEQUÍA DE UN LLANTO
Mi llanto olvidó su risa
Se le perdió en la prisa
De una caricia que provocó la brisa
La suave brisa de una risa
Mi llanto dejo de llorar
Se secaron sus mares
Olvidadas quedaron sus tempestades
Mi llanto trae sed
Sus ríos en charcos de arena
Dejaron sus penas
Las veo disiparse como humo
De chimenea
Mi llanto… ay mi llanto
Ya no me sabe a espanto
Era amargo y hoy un dulce canto
Mi llanto olvidó su risa
MUERTO EN VIDA
Dicen que lo único que tenemos
Es la fecha de nuestra partida
¡Pero yo!
Ya morí antes de ese día
Fue en aquella despedida
Fue una mañana que no quise
Que amaneciera
Pero ya la había visto en mis ojos
Ellos habían llorado tantas
Noches con ese despertar
Violento
Frío
Amargo como ajenjo
Dicen que el tiempo
Tiene el poder de borrar aún el más
Grande dolor
Pero el mío, el mío lo traigo en el bolsillo
Por las mañanas me acompaña
Con un café,
En las tardes como esta…
En las tardes como esta escribe mis versos
Es una tinta indeleble
Es una caricia olvidada
Aprendí a disimular, pero mis ojos
Cuentan a gritos aquel espanto
Del que no sé hablar
Sin una lágrima derramar
Dicen que no todo sabe a felicidad aquí
Bajo el suave manto de cristal
Pero, aunque todo se vuelva un mar
Imposible de navegar
Vale la pena cada transitar
Dicen que lo único que tenemos
Es la fecha de nuestra partida
¡Yo! tengo tantas fechas.