EDUARDO CABEZUDO: POESÍA PERUANA ACTUAL



Presentamos, como parte del dossier de poesía peruana actual, cinco textos del poeta Eduardo Cabezudo Tovar (Lima, 1981) En mayo del 2012 fue invitado a formar parte del Grupo Parasomnia, agrupación de difusión poética; se separa de la agrupación en agosto del 2013. Poemas suyos se encuentran en las antologías Al otro lado del verso (Elefante editores, 2012); Vox Horrísona. Muestra de poesía peruana última (Ediciones Eternos Malabares, 2013); y Enero en la Palabra 2014 (Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco, 2014). Ha publicado el poemario Póstuma(mente) (Celacanto, 2015) La siguiente selección forma parte de su libro La liberación de las ranas, el cual piensa publicar este año bajo el mismo sello editorial.


Pintura: La Grenouillère (1869) Auguste Renoir


Entrevista y proceso de selección para un puesto de trabajo
en un milagroso país del tercer mundo
(Retrato)

Con la firme vocación
De no querer morir de hambre
Seis gallinas
Dos carneros
Una vaca
Tres pulgares en un brazo peruano de madre
Pechuga sin hueso peruano de padre
Sangrando para quitarle el fuego a los arbustos
Por la raíz de una pluma más fuerte que la pólvora
Más que la fuerza que te deja sin dinero el veintinueve
O el retorno que busca el diámetro del cuello
Nunca entendí la escena donde dos pistoleros se apuntan a la cara
Por terminar encerrados
En la supervivencia dentro de un saco de yute con alas

Es cierta la alegría del dedo por el frío del gatillo
Es cierta la alergia de la ropa a las manchas de la sangre
La piedad de los ojos ante la piel del enemigo
Es cierto el miedo a la comprobación
A conocer la identidad del supuesto bandido
A la muerte de la vaca
Los carneros
Las gallinas
Besarle los labios al cadáver comestible
Es cierto que en la persecución del lobo
La mayoría simpatiza con la cierva
Hasta que sientes el hambre del lobezno
Y la estructura política del ciervo

Yo
Un hombre con empaque peruano
Con relleno de indio y mermelada de negro
Le doy la espalda a la fe para provocar los saltos
En la historia documental del miedo y la melanina
Le doy el cráneo y le doy las tibias
Le doy mi currículum vitae

A mis padres les he alegrado la vida
Y a sus padres les he alegrado la muerte

Vuelve claridad
Vuelve
Les doy mis referencias personales
Salvé al menos a dos perros y dos gatos
Dos se fueron al cielo de las cenizas
Y dos aún quedan en la tierra de los sillones
He estudiado por veinte años
El misterioso mal gusto de mis mujeres
Lucho por apagar las llamas del arbusto
Es esa la fortaleza de mis debilidades

Un hombre dibujado sin paraguas en la lluvia
Un hombre con defensas ocultas ante los medios
Un hombre de carbón desnudo
Con metralleta en mano y todos los dedos en el puño
Un hombre de mediana edad sin empleo
Con tres cuatro quintos de carrera
En la peor universidad del mundo
Un hombre dibujado a nivel del mar
Soporta la presión atmosférica
En plena granja de garúas
Un hombre escribe un poema
Bajo una tormenta de objetivos inalcanzables
Con una sombrilla pegada a la barriga
Un hombre encendido aprieta un arbusto
Como la calma de un verano aburrido a la guardia del invierno
Esperando una boca con autoridad
Que diga el puesto es suyo
Suyo
Huyo

Yo
Señorita
Sé de lo mucho que espera de mí
Perdone que hasta ahora no haya pensado en mentirle
A la altura del suelo andamos embarrados de verdades
Soy un gris
Profundamente oscuro
Así que antes de empezar por las respuestas
Terminemos por aceptarnos


Poema para ser leído en el asiento trasero de un patrullero

Jefe
Soy la misma huevada que usted
A ambos nos despiertan los errores de esta carne próxima
Nos cala la ondulación de las despedidas
Ambos somos el juego limpio y desparasitado
Alimentado con cautela
Felices hasta que nos ponen uno frente al otro
Y nos creemos la vanidad del antiespejo
Para todos represor o subversivo
Para nosotros
Un hermano disfrazado de a diario
Donde el plato pesa más que la comida

Jefe
Solo vine a leer un poema
Pero se me han acabado los megas
Y la ira de la ausencia básica
Sabe usted
Cómo se entretiene con nuestros miedos
Hasta llevarlo a uno al punto de apostar
Que no se encuentra donde lo dejaron
Porque hay duendes que esconden las cosas
En la pirámide social que nos alberga
Y en este extravío nuestro
No hay madre que venga a aparecernos las medias

Pensando en eso Jefe
Ninguno de ellos son yo ni usted
Ninguna orden viene del trono blanco y frío
Donde se sientan nuestras angustias
No hay perdigón fabricado
En la olla común de un sueño
Del ojo de un ácaro tuerto
Que a los dos nos carcome de noche

Vienen vuelos de drones
Tejiendo nubes sobre nuestras casas
Pero no despegan de nuestros corazones
Sino es para regar el color verde de nuestras canas
Dispuestas por una vida que no obedece
O el de ese uniforme que llenamos tácitos
Vestidos tal vez por un motivo común
La frustración y la gloria
Que nos hermanan a ambos lados del escudo
Así que muérdale la mano a su amo
O déjeme libre para arrancársela
Salte a abrigarse a nuestro lado
A esta colcha que como hermanos también
Es la colcha de su madre


Un poema dadá que me nace del bobó

Renuncio al poder de mi dedo pulgar y de mis orejas
Renuncio a la clase interactiva y a distancia
Renuncio a mi membresía en la revista de jóvenes anarco-progres herederos de sus abuelos
Renuncio al poder de lo conversacional
Porque la estación de mi desamparo ególatra
Exprime mi glándula salival en presencia de lo exclusivo
Porque adoro adolescentemente el color negro
Pero no me gusta andar de luto
Porque para eso uno tiene que odiar demasiado a sus padres
Y soportar la idea de mantenerse en un cuarto
Hablando con un desconocido
De las verdades de los mandalas
De los círculos con florecitas
De las piedras el licor y el kerosene
Cuando el humus ocular ha reconocido en ellos
Una trampa de la naturaleza para perpetuar la especie
Todo lo redondo termina siendo idéntico
Por eso aro y siembro las aristas
En todas las acciones de mi oficio
Baño perros y gatitos
Tan solo por el placer de sentir sus músculos
Naturalmente tensos
Su pelaje delgado y su vientre suave
Las uñas gruesas o afiladas llenas de tierra verdadera
La rigidez de sus hocicos
El agradecimiento que se escapa a la dictadura de nuestro lenguaje
Una vez tuve que atender a una iguana y aluciné con convertirme en poeta
Dime cuál es tu poder mutante
Y te diré de qué pie cojeas
Quiénes son tus enemigos y dónde beben sus secretos
Como este poema dadá que me nace del bobó
Tiene una linfa limpia y nadie le agarra el micrófono
Esas cosas que se rebelan solas
Cuando nadie te reconoce en la calle
Cuando te objetan la calidad de un flyer porque no se distinguen las letras
Cuando tu vocación solo despierta siete minutos
Cada veintiocho días
Y tu hambre se saca el polo para agarrarse a golpes con tu presbicia
Cuando nadie entiende el poder de lo random
Porque te confunden con un futurista sin tomar en cuenta el peso de la experiencia
La acción mística veterinaria
También soy pintor
Cultivo el mítico arte de la astrología punk
Pero esa es una historia que solo se termina
Gracias a un orden que el día de hoy
Nos hace mucha falta



V

Leo y pienso en otras cosas. Si hay ojos que ven, hay ojos que leen más allá de lo evidente. ¿A ellos quién les enseña? ¿Quién les junta las evidencias? ¿Quién pone el veneno en nuestros cuellos? ¿Quién el manejo de la muerte rodeando nuestras nucas?
Llevar la paila en el lomo de una manada de caracoles. Presentir la venida de un demonio con dislexia moral, que festeja su aumento de sueldo en el pabellón de los desahuciados. Fuertes declaraciones las que acuñan los dones de la nación de los no escogidos. Una calma con alto grado de pureza somete el diafragma a una presión de torre petrolera. Costumbre de leer como quien anuncia las ofertas, como quien se empeña en exceder el aforo del transporte público.
Las amenazas editan la vida, yo me defiendo con el sustento de un verso, vez por vez. Así son las amenazas, resuelven el calor con el frío en los talleres de construcción y buceo, se sumergen y no dejan de pensar en sus pulmones, evacúan las mesas y los tanques, cosen las herramientas a su saco de ovocitos, se apropian, sin querer, de las metamorfosis y los renacuajos los siguen con sentido de ubicación terrestre.
Leo y se me agota lo menos común de los sentidos, como lo es el arte de freír chorizos y de mezclar las cremas con las papitas al hilo. Muevo la cabeza porque mantengo los ojos quietos y la boca. Salto a través de la significancia, de lo Real.
Leo como refregándome una mentira en la ingle y las axilas para olvidar el olor a anuro, para imitar la costumbre de construir empezando por los planos, mientras suena el aire a hierro con concreto a la hora del desayuno y un eructo se oye a llamado de apareamiento angelical.
Anuncios de revueltas víctimas de mi ejecución pero no de mi pertenencia. Signos como masa biológica en el planeta, más que como individuos, mucho más que pensamientos repetidos como tópicos, más que estéticas o discursos, más que aplicaciones que imiten los sentimientos humanos sin perder el sarcasmo, más que hongos entre los dedos de los veraneantes, más que árboles muertos y soberbias de cesáreas filosóficas o políticas.
No puedes leer tal y como hablas. Escribes con el brazo que usaste para rodear el dedo de tu mami y agarrar la nalga de la mujer que enamoraste. Alivianar la ausencia de pantanos en el desierto de las multitudes.
Leer o escribir como creencia religiosa que se preste a la negación, aunque al pensar lo torne imposible, leerle a los perros en estado de abandono para mejorar su calidad de vida, a los hombres con traqueotomía, a los bebés en la probeta, a los empleos tercerizados, escribir en prosa para engañar a los verticales.
Llegan a tu casa, tocan la puerta, entran a casa, registran la casa, encuentran las drogas, te esposan y aglutinan, gelatina de cemento formado en molde de diversión y de esfuerzo.
Hacer el grano y el forraje, nadar como sepia de agua dulce, en la oscuridad del estanque acechando a la merluza, decir si así son felices…
Si el resultado del plástico cobra vida, si se aparta de su atril y persigue a los gentiles, si muerde a sus víctimas y les contagia patógenos inicuos, si produce una epidemia que arrase con el noventa por ciento de la población de la tierra, por lo menos se produciría un titular en la sección de cultura o un temor aplacado por un anuncio del gobierno. Si la escritura cobra vida yo espero que nadie se sorprenda.


Amigo Chachi

Ya nada existe
Se llevaron el río
Las orillas
La tilde del sólo
Hermano cool del solamente
Y otros adverbios
Que nadie quiso aceptar ni en hospedaje temporal
Mientras la RAE copula a oscuras
Y nos grita cochinadas al oído
Llegaremos a la noche
Para tratar de asegurar nuestro espíritu
Y tributar con aforismos la vanguardia
Por ejemplo

Poeta… abreviación
De te la juro POr EsTA
Besando la señal de la cruz
Del dedo índice al pulgar

Vallejo es el mayor de los golem de piedra
Al que llenamos de papel la garganta
Para justificar nuestra plástica ausencia

Hace mucho que se imprimen estampitas con su rostro
Se cosen rosarios con las copias de sus dientes
Se disecan sus miembros
Para frotarle el pecho a los lactantes
Para que toda estirpe de bien
Posea un poeta en su genealogía
Pues siempre hace falta una mancha en la familia
Y aunque nos guste
Qué culpa tiene César de nuestras ganas
De buscar dioses donde no los hay
De buscar huelgas donde solo había hambre
De tejer vestidos donde no hay espacio
Para la desnudez como concepto

¡Ay César
Cesítar
Amigo Chachi!

Cuando solo buscabas un croissant
Para partir en millones de pedazos
Y repartir entre todos los hombres de la tierra
Cuando solo buscabas una entrepierna
Exclusivamente para ti
Cuando la inanición se presentaba como una opción
Cuando se erosionaba la corresponsalía del dolor
De tu noble servicio periodístico
Al futuro se le antojó convertirte en Cristo
Cuando solo querías pisar las piedras
Disfrutar las últimas lluvias y decir

Ya no hablemos más de los sueños
La realidad es vanguardista en sus bordes
Y está llena de tierra en el centro

Chachi
Chachito
Ya nada existe
Entre primera y últimamente
Se extiende
Un infinito vacío
Donde mueres todos los viernes

Así es
Nunca cuando lo presientes

Si tú hubieras querido ser Dios
Nunca hubieras nacido hombre
Hombre de verdad
Honesto / Malvado / Brichero
Y de casualidad o por azar
De una divina enfermedad que no te corresponde
Nacido puramente humano



VI

Dentro del reñidero en el que habrá de matar,
el gallo canta himnos a la libertad
porque le dieron dos travesaños donde pararse.
Bernardo Soares

Cuando le saque el sexo, el cerebro, los ojos, los órganos huecos y macizos, cuando encontremos la raíz de la lengua y la arranquemos, cuando sepamos el sabor y la textura que le imprimían la vida y la personalidad, podremos pegarle la etiqueta de estuvo vivo.
En el camino evolutivo de las causas debió haber una época en la que ningún hombre era bueno, en la que el margen de los puntos medios se arrimaba para atrás del marco.
Es correcto, sé lo que se ha intentado, sé del ocaso de las acciones, pero sé que cuando ya no importe el sabor a cosa general que pudo habernos dado Dios, nos pondrá a pensar desde el martes en el lunes y ¡pum!se termina entonces la lectura de la mente en hombres que saltan, abren la boca enorme, comen otros hombres y siembran la vergüenza en la ira.
La insaciabilidad de los ojos y las manos y los laberintos, la limitación de las palabras, la capacidad de volvernos transparentes, de someternos a críticas e interpretaciones nos devuelven a la furia redentora de la perversión, la máscara inspirada en los gritos de los primitivos, en el llanto de los niños, en la amenaza y la coquetería promoviendo las alianzas en las que se mueve la vida cuando puede hacer preguntas como explosiones creadoras, como cunas que apestan a pañales de materia oscura.
La parte más difícil es aceptar el afán expansionista de la muerte y la naturaleza de plaga de la vida.
Para luchar contra la justicia hace falta quién la esgrima.
Para acabar con el hambre se llama a la escasez como protagonista.
Para tumbar la casa hace falta la casa.
Para jugar con las fronteras del lenguaje, más que fronteras, hace falta una dictadura incrédula, una excursión a través de la historia de las cadenas, el sabor del acero en el paladar y la existencia del vientre como objetivo de la inapetencia.
Precisa es la consideración de las tumbas en la lista de macetas.
Necesarias todas las opciones en el stock de la botica.
Si se erosiona la lista del inventario de los tópicos, ¿cómo podremos reírnos del futuro con una angina que nos comprime el pecho?
Recurrir a la ventaja de la vida autómata, a las lágrimas artificiales, los lentes permanentes, al fascismo estilográfico como a una sala llena de conservas en pleno auge del apocalipsis, sólo tendrá calidad de referencia pero no de certeza, aunque huela y duela como carga eléctrica en un golpe de codo.
El archivo de la desconfianza y el desmonte acumulado fuera de la vista periférica serán los fenómenos climáticos maquillando las suturas en el cielo que servirán al chantaje místico, más que a los días de las cosechas, y permitirán hasta a la Luna arrepentirse de sus figuras, creadoras de cantos sexuales que puede que ya no existan.
En el recuerdo se le ha arrancado el sexo, los ojos, el cerebro, los órganos huecos y macizos. En cruzada violenta se encontraron en combate con la raíz de la lengua. La personalidad ha aceptado su culpa, se ha refugiado en miles de años de mutación.
Una campaña se sabe valiente al confirmar la ruta que les espera.
Nosotros nunca supimos, sólo apartamos las ancas una loseta a la vez, nos sorprendieron los dientes, los pulgares y la separación de la circulación en la sangre.
Tarde nos enteramos del castigo que nace unido al hígado de las libertades.
Fuente de denuncias mentales frente al disco solar que traga las historias sin epílogos de nobles intenciones.
No iremos a ningún lado.
Tal vez no nos reconozcas, pero cruzaremos la pista de la transformación de la base consciente agarrados de la mano, comeremos juntos en la mesa de la cena pascual del mismo plato y lavaremos la misma cuchara. Ya no esperes la lucha.
Lucha, pobre muchacha, también estará con nosotros. Tantas cosas sucedieron en su nombre y nunca le dejaron decir ya basta.
Final del cielo, olla de oro con cuerpos de luces.
Todo lo hemos dejado escrito en la eternidad de la arena húmeda en una playa de turistas, como pensando que los pies y el peso que los hace viajar no existen.
El sexo, el cerebro, los ojos, los órganos huecos y macizos, la guerra en la raíz de la lengua.
Estuvo vivo, sí, pero lo sorprendieron los dientes y los pulgares.


Lo dejó todo y se fue amenazando con su retorno.

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