Presentamos unos poemas de Katherine Medina Rondón (Arequipa, 1994). Es poeta y artista visual. Ha publicado: Murmullos y volantes (Aletheya, 2012), Amor en cuatro actos y otros cortejos (Casatomada, 2013), Mínima celeste (Transtierros, 2016) e incluida en la muestra dinámica de poesía latinoamericana Tea Party III (Cinosargo, 2014). Ha presentado la muestra pictórica bi-personal “Comisura” en el Centro Cultural Casa Blanca (Arequipa, 2016) y participado en diversas muestras artísticas colectivas, también ha colaborado en revistas tales como: Destiempos modernos, La ira de Morfeo, Con nuestro Perú, Delirium Tremens, Redacción Popular, Letralia, Palabras Diversas, Lucerna, Travesti Fanzine, El Corsé, Agenda CIX, Caleidoscopio y Fórnix.
Pintura:La soupe (1902-03) Pablo Picasso
Alba
Su rostro será capaz de conjugar todos los nombres
y al verlo por primera vez,
un ave se pondrá de rodillas
y volará marcada con la sangre primigenia
ahuyentando de la caja de pandora
a los espectros ahogados,
para recibir en sus llamas a un sueño vívido
un cinco de diciembre a los veinte años.
Entonces, Eva se convertirá en el eco
que braman las llanuras
y los ojos podrán empañarse
carentes de viejos filtros,
de aquel amasijo surgirá una canción
como un naufragio al pie de una cuna.
VII
Desearía huir de la cruel espuma
y dejar en el tintero
la canción de amargura,
pero donde voy
ascienden las llamas
y el alma se calcina
sin poder asfixiarlas.
Camino despacio,
sin pensar en enfrentarme a los relojes
ni echar los ojos sobre el hombro
donde los palmípedos devoran la brea.
La noche ha descendido en mí
y desatado mis cadenas.
¿Dónde estás, pez dorado?
Tú y tu gigantesca lengua roja
asomándose para ponerme
los grilletes
de condenada descalza
donde la única piedad aparece
jugando con las guedejas
que despeñan sobre tu frente,
porque en ese instante
no hay nadie más que nosotros
en este maldito pedazo de tierra.
(De “Mínima celeste”, Trastierros 2016)