LUDWIG SAAVEDRA – COMO UN PÁLIDO HURACÁN


Ludwig Saavedra (Lima, Perú, 1985). Literatura en la Universidad Nacional
Mayor de San Marcos. Ha publicado las plaquetts de poesía: Florece, 2009. El mar de vinilo, 2015; ambos con el sello Paracaídas editores; los poemarios Los arrecifes, edición cartonera a cargo de Amaru Cartonera, Hartado de sonidos y Al pie de la explosión, 2017 y 2018. Ha participado en diferentes festivales de poesía, ferias de libro, en Perú, Ecuador, Chile, Bolivia y el norte argentino. Es declamador de poesía itinerante, docente de Literatura en colegios, librero, editor del sello Huachumera editorial y la Revista Latinoamericana de Poesía Obayareti. Prepara dos nuevos libros y espera la Revolución
de la mente y que arda todo.
 
 
 
PRIMER POEMA
 
Si tu dolor ha crecido como árbol frondoso
(sin el prestigio de los álamos en las noches de luna llena)
Si el sonido que me tiendes no es cuerda para mi charango y no me salva
A pesar que te he otorgado los colores del amor
embadurnada de limo fino 
Desnuda nube o rosal
 
Si las palabras resuenan   encallan lejos en playas perdidas
Y la muerte es esa ola que las dispersa
borrando sus huellas
 
 Nos desvanecemos con harta fe
alas de cormorán
sin temor al que dirán
Sin dolernos de tu gloria Malaquita mía
Sin creernos ya lo que tus ojos bailaron en la oscuridad aterciopelada
dos cometas
dos zarpazos de primavera
Mientras un poema desvirga la estación veraniega
sincopadamente          
Saborea este blues secreto
hará nítido el dolor
 
Pero si el vacío es
todo lo que lleva el río de sonidos a cuestas
Las palabras se suicidan prendiéndose fuego
Las notas se suicidan tan puras como son
Con solo aguantar la respiración.
 
 
SEGUNDO POEMA
 
Los más bellos poemas son nada
frente al mar
o el dolor de mi padre
Este poema no sosiega un ápice
Tan ínfimo es ante el concierto de las olas
O lo hondo de su mirar
Lo ígneo en ti es lo ígneo en mi le digo
¿Qué otra cosa podemos hacer?
¿sino arder
incendiar el mundo la memoria
en nuestro rodar?
Mirar atentamente poeta el mar nocturno 
Percibir sutil desolación desenvolviéndose para ti
más real que una herida
y sin embargo una alucinación
)El reflejo de la ciudad sobre el mar es más real que la ciudad (
El concho luego de sorber un solo de Rollins
 
Oh Sonny Rollins en el malecón de Chorrillos
Catarsis
invocación
brezo
palma
Cerezo de trémula respiración
descarga
rompeola
meditación. 
 
 
TERCER POEMA
 
Entre los escombros de la lucidez un mar se asoma
Solo lamento algún viento pueril en mis velas
Y sé que sumergirme
en los arrecifes
que llevas
en tus ojos
sería igual
a diluirme
en la noche
como la neblina
sobre el mar
y
¿acaso no llevas también tú
arrecifes en tu pelo
si me sumerjo en ellos
como un tiburón
que puede percibir tu aroma
a través de vastas distancias?
 
Estos días
Me he perdido
Como un viajero en la garganta de una tormenta
Y he dibujado con un lápiz de arena
un arrecife
 
Pero la poesía no es una anécdota
Ni una carta es
Un relámpago maravilloso
en la oscuridad
repleta de peces abisales
 
Amo la poesía
como el buzo el arrecife
corales
corales
como los de la 9 de Beethoven
 
 
CUARTO POEMA
 
Escribir poesía es un oficio triste y muy esforzado
Muerte entre llamas azules y verdes al osado
Que luce como estandarte su cerebro lleno de valles y sinuosas plegarias
La masacre letanía del invierno
que asciende entre cantos de vendedores ambulantes lo sabe y
Se abre paso como un perro rabioso antes de que le den el balazo fundamental
Arda la pira de sus ansias como ofrenda
Saber conjugar y olvidar
Y saborear esta desolación entre palmeras de diamante
 
Yo antes fui dédalo y florecí en rostros vacíos como monedas de un dios deudor
De todas las oraciones de las niñas buenas
Yo antes decidí olvidar mi propia claustrofobia
Sonreír cada tanto y cruzar los albores de esta ciudad y su música concreta y afilada
Se de memoria laberintos y estepas y he visto regocijarse poetas
Testigo fiel de todos los crímenes
Manjares me entretuvieron y entonces entristecí pero dije Este es mi Perú de poesía
Poemas que sudan y tosen y chillan y a lo que les moja el rochabús de la policía
Entonces me volví salvaje    decidí otra vez  tomar el oficio por las astas de demonio
Feliz
Campante
Me deshice en los caminos de ichu
Me sembré como amor en los balcones de sus ojos
Me sacrifique en los fest de poesía destripando cerdos para buscar perlas
Salté el charco   libre el chaco   sacié el dolor de las iras y de los idos
Los pormenores de las manos que insidiosas trepaban porque solo sabían y quedaba eso
Trepar y trepar a como de lugar
El sinsabor era parte de la sazón de la muerte cocinera
Nuestros nervios se posaron en sus versos como aves de color mortecino
Soñé con los parajes blancos donde salta la Qarqaria
 
Los volcanes nutrieron mi imaginación fogosa entre tantas fiestas inyectadas a la fuerza
Gire como un pálido huracán  trepé también  a mi modo
Pero nada satisfizo este acorde que llevaba
Ni nadie acerco su oído para escucharlo
Somos solo el recuerdo que dejamos en una tarde frente a los chicos del colegio que miraban profundamente intrigados a esos señores presentados como poetas
Esos señores resaqueados
Escribo sin pensar
Escribo sin dudar
Escribo de verdad
Pero eso cuenta?
 
Importa me dice el saxofón de Coltrane y la lira de Orfeo
Importa me dice el perro más furioso del infierno
Importa me dice el trozo de isla que se salvó de tu tormenta de gestos vacuos
Importa me dice Willy me dice Franky me dice Héctor domador de caballos suéltame que voy sin jockey
Los nombres épicos de nuestras fiestas en el barrio causa
Los sueños perdidos los sueños encontrados
Los sueños arrasados por las alas de sombra de los tiempos altamente líricos y sílices.
 
 
QUINTO POEMA
   
  Quiero escribir un poema que tenga el sabor imperecedero de la soledad
Porque sé de soledad y se de ritmo
Y sé también como consumir un detalle hasta hacerlo brillante como una estrella
Y entonces solo entonces suspirar corteza de árbol uña de gato   labrado y silente
Acomedido de ángeles de aluminio
Esas balas que esquivas entre las ruinas
 
Sabemos que he jugado a la paleta de Eguren
Que he embadurnado hasta el final de miel todo el oído del monstruo
Que tu ni nadie se atrevía a ponerle cascabel al gato ni nombre tan siquiera
Pero si le llamaban como Vallejo gato gato
Acaso entre nosotros solo queda el rencor y la sonrisa de hojarasca
Para otros incendios que dancen
Para que otras altas columnas de humo sostengan templos
Pleno de la voracidad de las estrellas
Y calido como los bandoneones y sierpe como los girasoles ocultos
En la mano de Blake y la pluma inserta en la iluminación de Basho
Bosones y miradas furtivas
La cabeza que explotará como coche bomba
Ante el edificio de la solemne poesía de oro y pan de oro y tostada de oro
Y todas esas orillas donde de rodillas horas de horas acarician sin pudor la carne del río
Y el tiempo que alarga su sombra y saborea mi poema
Me apura
Porque la muerte sabe también sabe tan bien  
Tocar su solo de batería
Su invocación a todos nuestros pulsos
Tengo una estrella en el pecho
Tengo una estrella de sílex y corta en pedazos la fibra de la noche
Y sangra la noche con tus ojos y sangran mis ojos con tu noche
Y tu roche es breve pero intenso
Podrías morir de roche
Si te preguntaran por las aves que anidan en tus manos
En tus calidas manos hermano Verastegui por tus palabras que son como manos que
Prenden puchos y agarran hembras en la árida meseta que es Lima
Cuando todos se van a soñar
O morir la orquesta que sube la cuesta
Esa orquesta de obsidiana de sílex decolorado y altísono y perpetuo el bajo y grave y señero el oboe y aquí no hay oboes solo quenas y zampoñas y zapateos
Harto zapateo y chispas entonces
Chispas para que sueñes y sigas soñando y riendo y trabajando tus poemas
Como quien perdona al tiempo todo lo imperdonable que esta vida nos ha hecho
Amontonando nuestros recuerdos junto con los muertos y las flores y todas las luciérnagas del vino éter.
 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *