NAVALE QUIROZ – CRÓNICAS DEL DESIERTO Elí Urbinajulio 19, 2020noviembre 4, 2021Poesía panhispánica, Revista Navegación de entradas PreviousNext Santa Rabia Magazine presenta una selección de poemas de la poeta peruana Navale Quiroz Cano (Apurimac-1980) Comunicadora social, Catedrática, Poeta, Cantante y Coach. Egresada de la maestría en Comunicación Social, y el Doctorado en Ciencias Sociales por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Entre sus publicaciones están Nohombre, Colección Piedra/Sangre (2008) Lustra-Editores, Ondinas-El espíritu del agua (2011) Ushuaia ediciones – España, y Siembra de espirales (2019) Alastor Editores. Además de numerosas antologías nacionales en internacionales como en México, Chile y España. YO ERA UNA NEBULOSA, desvanecida, lejana un cielo disuelto, confinado a respirar estrellas sin luz. Un buen día de noche, llegaste halcón de plumas de viento como una supernova incandescente me abrasaste, rayo, flecha, sino tu simple roce me mató y como la carta de la muerte del tarot también renací. Estiras los dedos de fuego y me haces mientras me tocas barro y estrellas, mariposa y flor dragón en batalla corre el río y riega mis venas bendito dolor que me levanta de este mal sueño bendito sueño el de la vida abres el universo y floto esparzo mi nueva luz y la contraes una y otra vez mientras me formas plastilina de estrellas fugaces chispas y barro con tus manos creas mis piernas, mis muslos, mi pecho con tus dedos delineas mi rostro y tu lengua hace la mía estrenas mi corazón y lo que contiene mi sangre bebe de tu sangre blanca impoluta. Pero acaba pronto porque empieza a amanecer y en unas horas habré de estar completa deja que nazca el sol para estar ante tus ojos contemplándote. CRÓNICAS DEL DESIERTO A Ocucaje 1. La arena esconde los mares océanos durmientes de edad eterna las plumas llevan al ave como el silencio al viento este no se pronuncia sólo se oye mientras alguien pega su oído a la caracola para tener la memoria jurásica de los peces que habitaron un día los desiertos entonces salvajes saciados de aguas imposibles consumidos en las profundidades de sus abismos ¿Quién sabe realmente de dónde he surgido? Si las olas han golpeado en mí hasta hacerme una roca. 2. Como esta falda de desierto se tiende sobre las piedras así este sueño yace sobre mí. La conciencia es una playa a la que aún no llego he acampado bajo este huarango me he dormido con los grillos cantantes y sueño suave color marino el celeste de la tela inmensa espeja un pez o simplemente alguien que busca el mar en la humedad de sus labios. HAY SILENCIO EN TU HABITACIÓN las puertas están cerradas he gritado para que me abras pero has preferido ser una pared. de pronto un día habías tapiado la entrada yo no existía más. mi padre me ha pedido que te olvide que si no respondes es porque estás muerto. él dice que deje libres a los demás a sus propias lecciones. casi me convence pero mi corazón de madre me dice que debo insistir tumbar la puerta y sacarte de allí que no te quedes mirando por la cerradura como salta el sol el otro lado. pero has decidido ser una pared y por más que me extiendo te quedas en silencio sin oír ni sentir tu propia voz. mi padre insiste que sólo abrace a las puertas que se expanden y ya deje a los muros como una lápida en su tumba. EL PRESAGIO DE MI PROPIO NACIMIENTO en el círculo vicioso de no recordar mi rostro anterior. yo misma delineo con el índice los planetas y constelaciones ellos caerán sobre mí destellos chispeantes de agua azul luz y sombra polvo y estrellas como los colores degradados del océano que van de blanco brillante hasta el negro más oscuro así pues mi vida. Entonces arrojo mi cuerpo por el camino con la única certeza que el fuego fundirá uno nuevo para mí. Mi lápiz de puntillas alzado es un árbol extiende su raíz y perfora esta hoja mientras escribo los papeles plantas son que otrora dieron frutos este libro es un gran campo escrito cada línea un surco agrícola arado sobre hojas inmortales ellos crecen su vida desde el bosque hasta mi mesa L A E S C R I T U R A E S U N A S I E M B R A “TODO ES UN BOOMERANG” me dijo una vez Reynaldo lo que des te será devuelto ahora es difícil entender por qué miras a la flor y se muere por qué abrazas a tu madre y llora por qué para subir la montaña has de estar primero abajo por qué no distingues al faro del sol. Mírate en los espejos de la naturaleza Poesía que poda al hombre bueno Los libros de madera alimentan tus palabras Tus palabras de árboles dan sombra en el camino. Cómo explicarte que cuando tocas algo también te toca Que vamos deshaciéndonos en el tiempo Esparcimos nuestra luz y nuestra sombra Dejando un poco de lo que somos. Cómo explicarte que las estrellas te habitan Tu luna de cuarto menguante te sonríe En una conjunción astros En una buena combinación- dinamita y amor Mientras chispean fuegos artificiales en tu pecho Nacen nuevos planetas en el firmamento. TETRAPOIESIS TIERRA Quizá no baste tu aliento para dar vida ni la musa para justificar la poesía como un alfarero escritor creyéndose el poema de barro que cae y se hace polvo dícese un dios que no es y que sí. AGUA La palabra asciende de alguna parte transparente y resbaladiza flota en las riveras un pescador la ve y la ignora un niño la encuentra y juega sólo el poeta la recoge y se la lleva al hombro como una gran pesca. AIRE El profeta calla sus visiones coloca los pájaros ciegos en la osamenta enjaulados sueñan los aires. hasta que un día no muy lejano éste al fin se duerme en el sueño abre la jaula las aves despiertan vuelan sus plumas escrito el poema en el firmamento. FUEGO Un pensamiento extraviado de dios desciende como un rayo de luz cometa encendido cae sin ley de gravedad sobre la mano del que escribe entonces se incendia el papel y arde el poema. Venimos del océano Tengo un acuario, me levanto temprano para ver nadar a su único pez dorado, para acariciarlo lo veo sacudirse y le apunto con el dedo como señalando al sol. Todos los días crece y sacude su rostro en el vidrio que nos separa, Yo, una completa imperfecta y él aún perfecto incompleto; levanta su nado desde el fondo hasta hacerme una mueca. Los dos nos sabemos en nuestras peceras. Él me alimenta mientras rocío migajas de pan sobre el agua. La ida Los segundos son los primeros en irse. Todo es un adiós, una continua partida, un llanto taimado, un silencio. Todo acalla. El agua corre, siempre a prisa, las piedras se mojan y se secan unas a otras nadie puede atrapar al agua y su ida perenne. Niebla que toca mi cabeza puebla mis cabellos, me eriza de gozo y desvanece,la felicidad. La vida, es un ave que brilla sus alas y vuela un ave que acaba en la sombra de un rincón callado. Como el viento ciego y sus múltiples brazos como que busca, acaricia, da tumbos, como que huye. El tiempo, es un niño que nunca envejece y danza crece y se hace pequeño, es ligero y pesa con los huesos. Esta flor, como el corazón, late sus días contados. Compón tu mejor canción, siente porque ya se va, la vida como un rebelde grito, se va. hasta mis palabras sin retorno este mismo poema libertado, que quiere detenerse en esta hoja ya se fue. Títere Dejo mis párpados con sueño, el traje, el sombrero la sonrisa estirada, el baile, la fiesta, la magia Dejo mi centro y sus cuatro cuerdas las maderas cruzadas, la valija de cuero, el peluquín Doy las gracias Y dejo en paz este poema lo dejo de pie mirándome enredada en el suelo. Facebook Twitter