PORFIRIO SALAZAR – CRÓNICA PARA NO MORIR SIN FE


Santa Rabia Magazine presenta 6 poemas del poeta panameño Porfirio Salazar. Nació en la ciudad de Penonomé, provincia de Coclé, el día 5 de marzo de 1970. Es Licenciado en Derecho y Ciencias Políticas (1993) y Máster en Derecho Procesal (2006), ambos títulos por la Universidad de Panamá. Ha sido docente universitario, asistente de magistrado, juez civil y penal, y actualmente labora como Defensor Público del Sistema Penal Acusatorio de Coclé. Hizo estudios de lengua inglesa en Saint Petersburgo, Florida, Estados Unidos, (1998-1999). Recitales y conferencias en España (1993,2019), Estados Unidos, México, Puerto Rico, República Dominicana, Costa Rica, Nicaragua, Cuba, Guatemala y Panamá. EsPremio Nacional de Poesía Ricardo Miró (el más importante reconocimiento de las letras panameñas) en 1998 y 1999, y en Ensayo en el 2009. Con el libro Animal, sombra mía ganó el Premio Centroamericano Rogelio Sinán 2008 (el más importante de la región), convirtiéndose en el primer panameño que logra tal distinción entre 48 autores de Centroamérica. Los poemas pertenecen a su libro: Animal Sombra mía, Premio Centroamericano Rogelio Sinán 2008 y a su libro: Ritos por la paz y otros rencores, Premio Ricardo Miro 1999
 
 
 
1-MUNDO VACÍO

Todo es tan raro a esta hora del día:
los viejos no caminan por la calle
ni están prendidas las hogueras a lo lejos.
Es como si los meses danzaran hacia atrás
y estuviéramos postrados
en el reino del polvo.
 
Parece que la vida se ha marchado
y que sólo gime el murmullo,
la osamenta del aire
golpeando los labios
sin decir palabra.
 
Es tan raro que nadie viva aquí,
o a lo mejor hay gente que no veo,
que dejé de ver
(la peor ceguera
no habita en los ojos)
Quizá deba irme
y recoger los días de barro,
los paisajes recónditos.
Todo es tan raro a esta hora del día.
Espero no estar vivo
en un mundo vacío.
 
 
2-TEORÍA DEL NACIMIENTO

Después del mar,
donde se borran las fronteras de la infamia,
en la entraña de un encuentro colectivo,
nos nació la patria.
(La madre se arrancó una costilla
para dar vida al héroe
y el traidor brindó en la ceremonia.)
 
Todo cuesta abajo,
menos el río.
Todo en la penumbra,
menos el mar
en soledad de un sueño.
 
No se trata de sospechar
que el Mundo caminó hacia atrás,
hundidas sus manos en el lodo.
Se trata de limpiar un camino.
 
Inventar una patria es ir de frente.
Es plantar el árbol
y no rendirse al leñador.
Es darle soplo a la piedra
y hacer que , sola,
se lance contra el enemigo.
 
Es un morir que sube
más allá del hueso,
morir de patria.
En ese morir…
se inventa y crece y nace Dios.
 
 
3- LA CABEZA DEL ÍDOLO

I

Primero Dios, la hazaña revelada.
Después la guerra, el impuesto,
empuñadura y crucifijo,
oculta servidumbre y látigo,
cilicio de dogma por la sangre sierva.
 
Frente a los mercaderes,
en la mesa de frutas prohibidas para el mundo:
la justificación del odio,
la artillería, los azotes y las armas tributarias,
los aceites y el elixir
para limpiar la piel de tanta cárcel.
 
Un mundo, el nuestro,
de espaldas al gentío,
con la cabeza del ídolo en el ceño,
con la cabeza del ídolo en los pórticos,
con el sacrificio
sobre el túmulo:
campanarios que nos golpean
la conciencia,
de día y de noche,
más allá de la vigilia,
en los hornos del sueño,
sobre los cuerpos del despertar.
 
El día abre sus brazos para levantarnos
y otra vez lanzarnos al pozo de nuestras dudas.
Y tú, hombre o mujer,
con las manos del ídolo
en postura de arpa para el rito:
gloria de añorar la sepultura.

II

El ídolo está despierto.
Tú le das vida
con tus actos y tus rezos,
con tu risa y tus pecados más ocultos
que huyen de ti / ratas podridas/
aires de verdugo
antes del patíbulo,
manos soñolientas en el sexo como arcilla/
Con tu lengua podas la verdad
para no ver en tu silencio
sólo espumas de desprecio.
 
III

Tú, la dispersión,
el universo
que se adentra en cada túmulo.
Alguien lavará la túnica del siglo
y el siempre corazón diezmado.
Alguien rugirá
la letanía que escuchan
nuestros remordimientos
cuando el ídolo se acerca
y sueña junto a todos.
A ese ídolo lo busco,
tiene múltiples espectros
y sus múltiples ojos no me ven.
 
IV

Desde su altar de cueva,
lo llamo.
Huyó, se esconde,
está aquí,
desaparece,
luego entra a mi cuerpo
y toma posesión del triángulo,
lo arranca,
me parte los brazos mentales
con los que toco cada pensamiento,
me envenena contra el otro ídolo,
su enemigo y gemelo.
 
Yo,
mi cabeza
y la cabeza del ídolo.
 
 
4-CRÓNICA PARA NO MORIR SIN FE
 
Es difícil ajustar cuentas,
olvidar los pasaportes al abismo,
esos que compramos cuando la congoja
entraba a nuestra casa.
No es fácil mantener
la vigencia de la última foto,
porque el tiempo no perdona ni retrasa
la partida de sus trenes,
pero más difícil es mentirle a Dios
que siempre brilla en nuestros ojos,
como lámpara de aceite
en medio de la tregua
de unos ojos despiertos.
 
Durante siglos,
rotos harapos,
el amor ha marchado,
encendido con sombra,
rompiendo ventanas,
posando para ser fotografiado
en las crónicas del egoísmo.
 
 
 
 
Quien dispuso los horrores,
supo extraviar el pan y la dulzura.
Son tantos los caídos
que los dedos de las víctimas
ya no alcanzan
para contar las agonías.
 
No hay Dios ni cielo
en medio de la calle,
sólo el hombre y sus horrores impunes.
Ojalá que cuando el hombre
proponga la paz,
Dios no haya muerto.
 
 
5-FÁBULA

Da miedo desgranar una palabra
en medio de este instante
de hambre y de exterminio.
 
Da miedo el silencio
si aprendimos a hablar en alta voz.
Yo no inventé el viento, ya lo sé,
pero que nadie le niegue
a mis velas su calor.
 
 
Da miedo mirar con estos ojos
que son otros y los mismos,
el faro de otras gentes,
nuestros secretos jueces,
nuestros secretos ogros.
 
Da miedo vivir en medio
de la sombra.
Y a veces,
no sé el porqué,
da miedo morir.
 
 
6-ARMAGEDÓN ESTÁ CERCA

Igual al uniforme del hambre
con que suelen vestirse los días de la pena,
es el ropaje del amor, del grito y del latido.
Hay tantos disparos en el aire
y tanta sangre de inocentes todavía
que nadie ha escrito la crónica oficial
de la tragedia.
Solos, perdidos,
con el cadáver de una flor sedienta
creciendo en los jardines abatidos por el viento,
hemos crecido
y nuestra suciedad se ha ido puliendo
desde adentro,
y ya no es posible distinguir
la noche de la sombra,
la ausencia tibia del silencio.
 
Vendrán días peores, ya lo creo.
Y seguirán los pasos cayendo
en la terraza donde se encienden
los oscuros caminos y otras pestes.
Solos, perdidos,
perdidos, siempre callados.
 
Consumados en el rezo de un Dios inocente
que bajará, espero,
con el ropaje humano,
a explicarnos qué pasó,
a decirnos quién cerró las puertas
encendidas del crepúsculo,
a revelarnos quién arrojó al río
de la derrota el filo de la esperanza.
 
Porque si cada hombre
siembra el pan
y en el río donde brota el mar
hay un nuevo camino por abrir,
habrá sosiego y paz
y siempre habrá otro río.
Porque cuando dos alas se cierran,
un millón se abren a la resistencia
por no partir el vuelo.
Porque cuando se abren los ojos
para ver el camino,
la noche y el día
vuelven a brillar de otro modo,
sin aquel uniforme de hambre
con que suelen vestirse
los días de la pena.
 
 
 
                       
Porfirio Salazar ha publicado:1-Los Poemas del Arquero, 1991.           2-Selva, I Edición -1995. II Edición -2007. 3-La Ascensión o la Muerte, 1996.           4-Guitarra de Fe, 1997.           5-Canto a las Espumas del Reino, 1998.   6-No Reinarán las Ruinas para Siempre. 1998.7-Ritos por la paz y otros rencores ,1999. 8-La Cítara del Sol, I Edición-2000, con prólogo de Moravia Ochoa. II edición-2008, Editorial Norma. 9-Poesía 1995-1998. Año 2010.10- El tiempo de la burbuja, 2011. INAC.11. El viaje de la desnudez, 2013, 12-El fuego despierto. 13-Soles en la luna del cantor, 2018-sonetos-,14- Cenizas en mis sueños, sonetos, 2019,
 

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