PORFIRIO SALAZAR – CRÓNICA PARA NO MORIR SIN FE Elí Urbinaabril 17, 2020abril 17, 2020Poesía panhispánica, Revista Navegación de entradas PreviousNext Santa Rabia Magazine presenta 6 poemas del poeta panameño Porfirio Salazar. Nació en la ciudad de Penonomé, provincia de Coclé, el día 5 de marzo de 1970. Es Licenciado en Derecho y Ciencias Políticas (1993) y Máster en Derecho Procesal (2006), ambos títulos por la Universidad de Panamá. Ha sido docente universitario, asistente de magistrado, juez civil y penal, y actualmente labora como Defensor Público del Sistema Penal Acusatorio de Coclé. Hizo estudios de lengua inglesa en Saint Petersburgo, Florida, Estados Unidos, (1998-1999). Recitales y conferencias en España (1993,2019), Estados Unidos, México, Puerto Rico, República Dominicana, Costa Rica, Nicaragua, Cuba, Guatemala y Panamá. EsPremio Nacional de Poesía Ricardo Miró (el más importante reconocimiento de las letras panameñas) en 1998 y 1999, y en Ensayo en el 2009. Con el libro Animal, sombra mía ganó el Premio Centroamericano Rogelio Sinán 2008 (el más importante de la región), convirtiéndose en el primer panameño que logra tal distinción entre 48 autores de Centroamérica. Los poemas pertenecen a su libro: Animal Sombra mía, Premio Centroamericano Rogelio Sinán 2008 y a su libro: Ritos por la paz y otros rencores, Premio Ricardo Miro 1999 1-MUNDO VACÍO Todo es tan raro a esta hora del día: los viejos no caminan por la calle ni están prendidas las hogueras a lo lejos. Es como si los meses danzaran hacia atrás y estuviéramos postrados en el reino del polvo. Parece que la vida se ha marchado y que sólo gime el murmullo, la osamenta del aire golpeando los labios sin decir palabra. Es tan raro que nadie viva aquí, o a lo mejor hay gente que no veo, que dejé de ver (la peor ceguera no habita en los ojos) Quizá deba irme y recoger los días de barro, los paisajes recónditos. Todo es tan raro a esta hora del día. Espero no estar vivo en un mundo vacío. 2-TEORÍA DEL NACIMIENTO Después del mar, donde se borran las fronteras de la infamia, en la entraña de un encuentro colectivo, nos nació la patria. (La madre se arrancó una costilla para dar vida al héroe y el traidor brindó en la ceremonia.) Todo cuesta abajo, menos el río. Todo en la penumbra, menos el mar en soledad de un sueño. No se trata de sospechar que el Mundo caminó hacia atrás, hundidas sus manos en el lodo. Se trata de limpiar un camino. Inventar una patria es ir de frente. Es plantar el árbol y no rendirse al leñador. Es darle soplo a la piedra y hacer que , sola, se lance contra el enemigo. Es un morir que sube más allá del hueso, morir de patria. En ese morir… se inventa y crece y nace Dios. 3- LA CABEZA DEL ÍDOLO I Primero Dios, la hazaña revelada. Después la guerra, el impuesto, empuñadura y crucifijo, oculta servidumbre y látigo, cilicio de dogma por la sangre sierva. Frente a los mercaderes, en la mesa de frutas prohibidas para el mundo: la justificación del odio, la artillería, los azotes y las armas tributarias, los aceites y el elixir para limpiar la piel de tanta cárcel. Un mundo, el nuestro, de espaldas al gentío, con la cabeza del ídolo en el ceño, con la cabeza del ídolo en los pórticos, con el sacrificio sobre el túmulo: campanarios que nos golpean la conciencia, de día y de noche, más allá de la vigilia, en los hornos del sueño, sobre los cuerpos del despertar. El día abre sus brazos para levantarnos y otra vez lanzarnos al pozo de nuestras dudas. Y tú, hombre o mujer, con las manos del ídolo en postura de arpa para el rito: gloria de añorar la sepultura. II El ídolo está despierto. Tú le das vida con tus actos y tus rezos, con tu risa y tus pecados más ocultos que huyen de ti / ratas podridas/ aires de verdugo antes del patíbulo, manos soñolientas en el sexo como arcilla/ Con tu lengua podas la verdad para no ver en tu silencio sólo espumas de desprecio. III Tú, la dispersión, el universo que se adentra en cada túmulo. Alguien lavará la túnica del siglo y el siempre corazón diezmado. Alguien rugirá la letanía que escuchan nuestros remordimientos cuando el ídolo se acerca y sueña junto a todos. A ese ídolo lo busco, tiene múltiples espectros y sus múltiples ojos no me ven. IV Desde su altar de cueva, lo llamo. Huyó, se esconde, está aquí, desaparece, luego entra a mi cuerpo y toma posesión del triángulo, lo arranca, me parte los brazos mentales con los que toco cada pensamiento, me envenena contra el otro ídolo, su enemigo y gemelo. Yo, mi cabeza y la cabeza del ídolo. 4-CRÓNICA PARA NO MORIR SIN FE Es difícil ajustar cuentas, olvidar los pasaportes al abismo, esos que compramos cuando la congoja entraba a nuestra casa. No es fácil mantener la vigencia de la última foto, porque el tiempo no perdona ni retrasa la partida de sus trenes, pero más difícil es mentirle a Dios que siempre brilla en nuestros ojos, como lámpara de aceite en medio de la tregua de unos ojos despiertos. Durante siglos, rotos harapos, el amor ha marchado, encendido con sombra, rompiendo ventanas, posando para ser fotografiado en las crónicas del egoísmo. Quien dispuso los horrores, supo extraviar el pan y la dulzura. Son tantos los caídos que los dedos de las víctimas ya no alcanzan para contar las agonías. No hay Dios ni cielo en medio de la calle, sólo el hombre y sus horrores impunes. Ojalá que cuando el hombre proponga la paz, Dios no haya muerto. 5-FÁBULA Da miedo desgranar una palabra en medio de este instante de hambre y de exterminio. Da miedo el silencio si aprendimos a hablar en alta voz. Yo no inventé el viento, ya lo sé, pero que nadie le niegue a mis velas su calor. Da miedo mirar con estos ojos que son otros y los mismos, el faro de otras gentes, nuestros secretos jueces, nuestros secretos ogros. Da miedo vivir en medio de la sombra. Y a veces, no sé el porqué, da miedo morir. 6-ARMAGEDÓN ESTÁ CERCA Igual al uniforme del hambre con que suelen vestirse los días de la pena, es el ropaje del amor, del grito y del latido. Hay tantos disparos en el aire y tanta sangre de inocentes todavía que nadie ha escrito la crónica oficial de la tragedia. Solos, perdidos, con el cadáver de una flor sedienta creciendo en los jardines abatidos por el viento, hemos crecido y nuestra suciedad se ha ido puliendo desde adentro, y ya no es posible distinguir la noche de la sombra, la ausencia tibia del silencio. Vendrán días peores, ya lo creo. Y seguirán los pasos cayendo en la terraza donde se encienden los oscuros caminos y otras pestes. Solos, perdidos, perdidos, siempre callados. Consumados en el rezo de un Dios inocente que bajará, espero, con el ropaje humano, a explicarnos qué pasó, a decirnos quién cerró las puertas encendidas del crepúsculo, a revelarnos quién arrojó al río de la derrota el filo de la esperanza. Porque si cada hombre siembra el pan y en el río donde brota el mar hay un nuevo camino por abrir, habrá sosiego y paz y siempre habrá otro río. Porque cuando dos alas se cierran, un millón se abren a la resistencia por no partir el vuelo. Porque cuando se abren los ojos para ver el camino, la noche y el día vuelven a brillar de otro modo, sin aquel uniforme de hambre con que suelen vestirse los días de la pena. Porfirio Salazar ha publicado:1-Los Poemas del Arquero, 1991. 2-Selva, I Edición -1995. II Edición -2007. 3-La Ascensión o la Muerte, 1996. 4-Guitarra de Fe, 1997. 5-Canto a las Espumas del Reino, 1998. 6-No Reinarán las Ruinas para Siempre. 1998.7-Ritos por la paz y otros rencores ,1999. 8-La Cítara del Sol, I Edición-2000, con prólogo de Moravia Ochoa. II edición-2008, Editorial Norma. 9-Poesía 1995-1998. Año 2010.10- El tiempo de la burbuja, 2011. INAC.11. El viaje de la desnudez, 2013, 12-El fuego despierto. 13-Soles en la luna del cantor, 2018-sonetos-,14- Cenizas en mis sueños, sonetos, 2019, Facebook Twitter
Waoo. Hombre muy destacado en diferentes esferas y nada menos Penonomeño. Mis felicitaciones. Responder
Waoo. Hombre muy destacado en diferentes esferas y nada menos Penonomeño. Mis felicitaciones.