Ramona de Jesús | Cuando nos fuimos

RAMONA DE JESÚS (1990) nació en Medellín y creció entre Bogotá y Mumbai. Desde el 2010 vive en Alemania. Se recibió como magíster en literatura comparada por la Universidad Libre de Berlín y en escritura creativa por la Universidad Nacional de Tres de Febrero en Buenos Aires. Ha recibido las becas de escritores otorgadas por el Gobierno de Berlín y por la Fundación Jan Michalski en Suiza. Su libro Dos metros cuadrados de piel obtuvo en Colombia el Premio Nacional de Poesía Obra Inédita. Es poeta, traductora y, sobre todo, lectora.

 

 

A LOS TREINTA AÑOS: UNA CONVERSACIÓN

CON EMILY BERRY Y RAYMOND CARVER

 

miedo a fumar sentada en el alfeizar hasta romper el alba

a que nadie abra la puerta

 

miedo a las resoluciones del domingo en la noche

al acatamiento de planchar las sábanas

 

miedo a las palabras en lugares adecuados

a una felicidad demasiado ordenada

a la pregunta: ¿por qué me tiemblan las manos?

a su respuesta en estas sábanas

 

miedo al no que antecede al apocalipsis

la risa de los niños

las listas

los supermercados

 

miedo a amar la herida

miedo a huir o a quedarme

a despertarme con la boca seca

y dar pedir negar —o de cualquier otra manera— necesitar ayuda

 

miedo a vacilar frente al pescuezo del gallo

corrijo: del lector

corrijo: del diablo

 

miedo a reencarnar en las historias

miedo al escribirlas

 

entonces

miedo al ocio

a los gritos sordos

las compañías telefónicas

las ambulancias

los pasillos oscuros

a los adverbios

 

miedo a lo que se dice en el tiempo del silencio:

 

a las canciones en repeat

a la tragedia que desencadena el encuentro

entre un cuchillo sin filo y un tomate maduro

 

miedo a enviar todas las cartas

a los platos que se apilan

los buenos deseos

 

miedo a cuidar de una mascota

a coleccionar almohadas

a morir con hambre o sin sudor en la frente

y a las duchas de agua tibia

la ironía

la pirotecnia

las definiciones

 

miedo a la unidad de flujo luminoso del sistema internacional

que equivale al flujo luminoso emitido por una fuente

puntual uniforme situada en el vértice de un ángulo sólido de

1 estereorradián y cuya intensidad es 1 candela

 

 

UN PLANO DE UNA CIUDAD

CONSTRUIDA SOBRE BOGOTÁ

 

cuando nos fuimos

de casa

no sabíamos

de qué casa era

que nos íbamos

cuando decíamos

que de casa nos íbamos

no sabíamos

que era de casa

de donde

nos íbamos

el día que

nos fuimos

de qué casa fue acaso

que nos fuimos

sabíamos acaso

qué era casa

qué casa

de casa nos fuimos solo para irnos

para que nadie nos obligara

a comer sentadas a la mesa

a cruzar bien las piernas

para nunca más decirle a mamá

que estábamos en el cine

mientras nos besábamos

bajo las escaleras

de la casa

nos fuimos

sin saber que nos íbamos

de casa

sin saber de qué casa

sin saber que era de casa

que nos íbamos

el día que nos fuimos

hoy es de casa que en

las estrías de nuestros muslos

vemos el rostro acaso

hambriento de nuestra biografía

que como cualquier historia

es esta piel que nos contiene

como el gesto de la palabra

contiene su objeto

una frágil cicatriz que se quiebra

si la voz tiembla

si el fantasma de una caricia

no mide su fuerza

para regresar a casa

escribimos:

escribimos

buscando regresar a casa

a qué casa

qué casa es cuando escribimos

sentadas a la mesa mientras

en casa mamá nos hace

las trenzas

en casa

las palomas han hecho nido

entre las tejas

escribimos

para expropiarlas

esconderles los huevos

volver a tender las camas

con las mismas sábanas

de esa casa desde donde

escribimos:

desde qué casa esa casa

qué casa en esta boca

qué palabra

qué ruina sin historia

qué testamento

sino el huevo

de la paloma

 

 

UNA ADAPTACIÓN DE EL LLANTO

DE LA EXCAVADORA, PASOLINI (1956)

 

maravillosa y mísera ciudad

qué me has hecho

poniendo ojos en mi noche aún infante

desnudando lagos en mis cementerios

arrebatándome el juego

de esconderme entre los hombres

que me has hecho crecer navajas

que me has regalado la perversión

de acorralar a la palabra

de seducir a los muertos

por qué te burlas entonces

si te pregunto por la Historia

si regreso a hurgar bajo tu lengua

a reclamar que me enseñes ese rostro

maravillosa y míse

 

 

 

 

 

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