Thereza Christina Rocque da Motta | El grito es delirio

Thereza Christina Rocque da Motta nació en São Paulo, el 10/07/1957. Poeta, editora, traductora, licenciada en Derecho por la Universidad Mackenzie en 1981. Jefa de investigación para el Libro Guinness, el Libro de los Récords, en 1993. En 2000, participó del II Encuentro de Escritores, en Rosario, Argentina y en la Conferencia sobre Asuntos Mundiales, en la Universidad de Colorado, Boulder, Estados Unidos en 2002, 2003 y 2005. Miembro de la Academia Brasileira de Poesía, el PEN Club do Brasil y la Academia de Artes, Ciencias y Letras de Brasil. Jurado de traducción del Premio Jabuti en 2018. Ha publicado más de 20 libros de poesía, que forman parte de Poesía Reunida: 40 años, lanzado en 2020. Fundó la Ibis Libris Editora en 2000. Publicó los libros Joio & trigo (1982), Areal (1995), Sabbath (1998), de forma independiente y, de Ibis Libris, Alba (2001), Chiaroscuro: Poems in the Dark (2002), Lilases (2003), Ríos (2003), Marco Polo y la Princesa Azul (2008), El amor más puro de Abelardo y Heloisa (2009), Fútbol y nada más: Un equipo de poemas (2010), La Vida de los Libros (crónicas, 2010), Ulises & El libro de Pandora (2012), Breve anunciación (2013), Las liras de Marilia (2013), Capitu (2014), Folias y Horizontes (2014), Lecciones del sábado (crónicas, 2015), Intemperancias (2016), Mi mano contiene palabras que no escribo y Pandora (2017), El amor es un tiempo salvaje, Lecciones del sábado 2 y La Vida de los Libros Vol. 2 (2018), Poesía Reunida: 40 años (2020), Tenlo mientras vivas (2021) y Sheherazade: Nuevas Leyendas de 1001 Noches y Tres Ya Conocidas (2022), además de haber participado en varias antologías, entre ellas Poemas cariocas 2000 y 2012 y Ponte de Versos 2004 y 2008.

 

Afuera de los días

 

Para Leila Oli, in memoriam

 

Afuera de los días

resurgiremos en la cabeza del mañana

apuntando una indecible madeja

que se desenrolla

más allá de todo paisaje

por detrás de los ojos cerrados de ayer y los párpados del futuro.

Di

lo que no fue dicho hasta ahora

por falta de tiempo.

Deposita

los secretos en la urna funeraria de siempre.

Allí quedarán, además de toda la memoria.

Las palabras no dichas

verbos ásperos sobre la piel

silencios antes de dormir.

Hice

por todos lo que hice por ti.

La vida no termina

aún cuando terminamos.

Permaneceremos en alguna lengua

que repetirá nuestras palabras.

 

(Havê-la enquanto se vive, 2021)

 

 

ALUMBRAMIENTO 

 

No fue este el silencio que se hizo después de la batalla de Salamina.

Los navíos vinieron de lejos y remaron desde más allá de Chipre.

No fueron estos los hombres que cruzaron la tierra árida,

que buscaron alimento donde había piedras.

El horizonte se movió y se hundieron los barcos.

Nadaron hasta el istmo y se dispersaron.

Las ubres de aceite y vino descendieron hasta el fondo del mar.

Las aguas que Poseidon derramó sobre la tierra.

Ahora los monstruos se levantan con un sólo ojo en la cabeza.

Los dioses fueron sus adoradores.

Regresarán algunos a casa.

No fue esta la cena que esperamos para los guerreros, la noche llena de estrellas cubre la tierra abandonada.

Recibí en el ágora a los que regresaron.

 

(Havê-la enquanto se vive, 2021)

 

 

FADO

 

Renacer, esta cualidad de cada día,

restablecer la vida donde ella está.

 

Tú, extendida sobre la cama del tiempo,

te levantas, nuevamente, a la espera.

 

El desvía la mirada para lo que está a su alrededor.

 

Sé que cumples un destino que a ningún otro fue heredado.

 

Este es el fado de la poesía:

Tenlo mientras vivas

 

(Havê-la enquanto se vive, 2021)

 

 

AUGUR

 

Por fin Narciso vence las aguas

celebrada imagen de su ingenuidad

 

lírio expuesto a la superficie

semblante natural de la vista fija de los días

 

mirar manso y diurno

ceño frágil y casto

 

fluidez de su tiempo augur:

pudieras devolver el aliento

 

que sobre tu rostro

suspira.

 

(Poesia Reunida, 2020)

 

 

SERIFOS

 

Las puertas nos roban secretos.

Las estatuas nos miran con una observación milenaria.

 

Los cuadros retienen imagenes

de los lugares donde paso los días.

Estas telas recubren la aridez de los ladrillos,

almohadas cilindricas y cabeceras blancas,

flores bordadas en relieve

– geometria imposible

de visiones que se suceden.

Las casas posan sobre la montaña,

a la orilla de un camino

de curvas repetidas.

Un jarro se apoya en la pared

– una ventana a la derecha,

una puerta a la izquierda.

Torres por sobre los techos

persisten en un largo murmullo

sin aristas.

 

(Odysseus & O livro de Pandora, 2012)

 

 

Nosotros los múltiplos

‘Y te llaman pecado’

Jorge de Lima

 

 

I

 

Ciudad levantada sobre piedra

rostro semilunar y salvaje

negación del misterio.

La mirada me llama al centro del universo:

habitación de felinos

envueltos en celofán.

Cincuenta años de soledad

incrustados en monotonia y perífrasis verbal.

Anillos de jade restituyen el poder

a los brujos anteriores a la Edad Media.

Retumban las catedrales de la ciudad a la orilla del mar,

sacrílegas y adormecidas.

Tu culto es hemisférico y platónico.

Tu alma ha sido tocada por la oscuridad.

 

II

 

Voz escuchada dentro de la noche venida de cualquier parte por encima de las nubes. Plumas de ave disfrazadas en las ramas.

 

Sintonia de imagenes y palabras, carencias de olfato y vibraciones saciadas repentinamente bajo la mirada del sol.

 

Perfume anestésico guiando mis sentidos. Redescubro un instante, mi hambre enmudecida. Tenemos tiempo. Tenemos todo el tiempo que precisamos. Nos tenemos el uno al otro. Tenemos el placer enjaulado en nuestra mente. Libres, nos retorcemos en el espacio inoculado. Prefiero más el día de hoy que el de dos años atrás. Me prefiero más a mí hoy que a la que fui hace dos años atrás. El resto es veneno. El futuro será persistente.

 

III

 

El grito es delirio.

Percibo que tenemos más

de lo que jamás imaginamos.

Nuestros cuerpos transitan la trayectoria de lo imposible.

Nuestros sentidos están embebidos en té de camomilla.

Locura pasional.

Cuerpo poseído por infinitas garras

salidas del abismo.

Hoguera hechizando

un poema que no termina.

 

(Joio & trigo, 1982)

Afrodita

 

Redibujo

el sopló fácil y diurno:

días antiguos y alargados

en tu forma, hoy, soy amada

–¿por qué soy amada? – y soy tan difusa

como la retina de tus ojos.

Mi sueño, poeta, es mi destino,

pecado mortal, pecado carnal, pecado ninguno.

 

(Joio & trigo, 1982)

LA CORTESANA

 

Por él fuí

la viña

que sirvió

las gotas rojas sobre

la piel.

Fui la acompañante

y la dama,

la cortesana sabía

de otro tiempo.

Fui la entretención

y la anfitriona

que te llevó a pasear

y a comer granadas.

Me recosté para que él se deleitase,

dormí sin esperar volver a verlo.

Pusé mi mano sobre su cabeza,

yo, la impura.

De él fui la ama

y la sirviente,

la pitonisa y la desaparecida.

¿Y qué será de él, ahora que partió?

Será el trazo de una letra,

la lengua que no conozco,

la fábula encarnada,

la sed, la falta,

la luz de otro amanecer.

Los días serán tristes, porque él se fue.

La sombra que no camina más,

la voz que se mezcla a los murmullos de los ríos,

niebla en vez de rostro,

y yo, que de él fui la escogida,

dejaré que se enfríen las carnes,

que se sequen los capullos de seda,

los frutos en las cestas,

y el horizonte quedé extendido,

como las sábanas

de mi lecho vacío.

 

(Marco Polo e a Princesa Azul, 2008)

 

 

IX

DE HELOÍSA A ABELARDO

 

Nublados días de nuestras andanzas,

¿Quién por amor no sufrió?

Del amor, recogemos las amargas horas

que nos impone el sacrificio.

Recosté mi ternura y de ella bebiste la hiel.

¿Cómo pedirte qué renuncies a ti mismo?

Yo no quise ésto.

No quise que te humillaras.

No quise que perdieras tu gloria.

No quise que negaras a Dios.

Si el amor por mí te destruye,

a él, por amor, yo renunciaría,

pues hay más amor en no tenerte

que tenerte solo por mi amor.

 

(O mais puro amor de Abelardo e Heloísa, 2009)

 

 

(Camisa) 12

LOS GOLES

 

‘Nada me enseño más en la vida, que el hecho, de haber sido arquero’

Albert Camus

 

En el futbol, todo se convierte en icono:

Pelé y su puñetazo en el aire,

Rivelino y su patada atómica,

Zico y su técnica impecable.

Gérson, Sócrates, Félix,

Carlos Alberto, Ronaldinho.

 

¿Para qué más ídolos,

si sus pies son de barro?

Aún así, ellos arrasan.

La emoción de los partidos,

la espera sin fin.

 

Solo sé que Romário

hace todos los goles

que quiere.

Y el Vasco queda feliz.

¡Feliz por eso!

 

La gloria solo sirve

para quien también

sabe perderla.

 

Ni todos los días

del mundo

nos dan el instante

de felicidad

de un gol.

 

(Futebol e mais nada: um time de poemas, 2010)

 

MEJOR

 

Descienden los pies al andar de las horas,

latiendo en silencio bajo el marco de las puertas,

paso, silvestre, paisaje, de antaño.

El pasado cierra las ventanas del ayer.

Toda la vida es un hilo apunto de cortarse,

y así mismo no se parte,

aguardando su momento.

En nuestra memoria están todas las cosas

presentes, pasadas y futuras,

sin que podamos verlas.

Se abren las cortinas de la pieza,

¿y qué es lo que vemos?

Comoda, armario, cama, cuadros,

libros y ropas tiradas,

en una mezcla imposible de rastros.

La luz contorna los objetos y todos estan allí,

esperando ser tocados,

observando el pasar de los días,

la sombra y la luz,

la noche y la luna

para lanzarse sobre la cara de las personas.

Trabajamos incesantemente

para la urgencia que creamos.

El amor se convierte en una elección,

y todo se acomoda bajo el cielo

de las circunstancias.

Optamos por

no ser,

no hacer,

no decir,

no pensar.

Mejor no.

No en el lugar del sí.

Mejor.

 

(Intemperanças, 2016)

 

 

15

 

Digo adiós al mundo todos los días.

No es verdad que no piense en la muerte.

Pienso siempre en la muerte,

Porque está entre las páginas del libro que cierro,

En los dobleces de las sabanas dónde me acuesto,

En los restos de comida sobre el plato.

Todo muere a cada día y resurge glorioso

como una luciérnaga, una mariposa, un escarabajo.

Permanecer en el tiempo que permanece, sin ser sacudida por nada.

Me despido de la luz cómo sino la viese más,

Me despido de los sonidos que se aquietan,

Me despido de las formas que cesan de existir.

Me despido de los templos y las iglesias

donde guardamos las imágenes de los santos

que descansan allí eternamente.

Me despido de los horizontes siempre claros,

cuyas montañas a la distancia se estiran al mirar.

Seré la última hermana de las palabras para dejarlas ir.

El mar baña el contorno de la tierra, cercandola de su existencia fluvial.

Los cuerpos chocan contra su omnipresencia bondadosa.

Digo adiós al paisaje por ser mío,

y a todas las cosas dichas y no dichas

que permanecerán encendidas cómo hacés de luz en el despeñadero.

Somos los hermanos de las palabras,

Porque las inventamos para los poemas que osamos escribir.

Todo lo que se dice hoy se borrará.

La palabra elegida es un poema.

 

(Minha mão contém palavras que não escrevo, 2017)

 

Traducción al castellano por Leo Lobos

Santiago de Chile, 21 de Febrero de 2022.

 

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