Úrsula Carol Alvarado Noblecilla (Lima, 1979) Licenciada en Administración de Turismo (UNMSM), gestora cultural, ilustradora y escritora. Obtuvo menciones honrosas en el Concurso de Poesía para Mujeres Scriptura en 2014 y 2015 respectivamente y ha publicado en poesía Metamorfosis Inversa (Vagón Azul Editores, 2015) y Canto a la hoja que cae (Hanan Harawi Editores, 2021). Textos suyos han sido pubicados en la Revista Ínsula Barataria N° 10 y en la antología Puerto de Letras. Poetas del Callao en el Bicentenario (Ángeles del Papel Editores, 2021). Ha escrito el guión del video documental Una ciudad como yo, preludio de un ensayo sobre escritoras, poesía & espacio público. Desde 2018, dirige la Asociación Cultural Poesía en la ciudad, que establece conexiones entre la poesía y el patrimonio histórico de las ciudades.
PÉTREA
Y todo aquello que no me permito pronunciar
muere inescrutablemente azul entre mis manos.
Mi luto crea manchas con las que riego consciente
esta hoja y su gramaje inmaculado,
más la pureza de la hoja
nunca acaba.
Abracadabra:
Soy la piedra y no cubro más la sepultura.
¿Dónde la carne desgarrada y el verbo austero?
¿dónde la belleza y la luz?
Diáspora de ausencias.
Del centro de mis llagas emerge un poema,
brillante costra de palabras consteladas.
CANTO A LA HOJA QUE CAE
Una recargada nube retiene la lluvia
y en vaporosa distancia observa
el viaje inevitable de la hoja que cae.
¡Cuánto tiempo he buscado la magia!
La causalidad es un viejo niño que frente a mis ojos
se descascara,
me ofrece el poder de adivinar el camino
y detener en seco el curso de mi lágrima.
Un impulso primero determina el resto.
Basta que el ave malinterprete la caricia del viento
para condenar a su bandada al desvío.
Un pequeño giro en la esquina incorrecta,
una fracción de segundo,
un bostezo a destiempo desincroniza el paraíso.
Ya sabes
el aleteo incesante de la mariposa.
Si desde ahora decido caminar de manos
¿caerán como manzanas las llaves?
¿se abrirán como flores las respuestas?
Algún día he de ser la hoja que cae.
Antes seré fruto, savia, alimento;
pero esta tarde soy nube y llevo cerrados los ojos
porque los he tenido abiertos
y no he visto nada.
De «Canto a la hoja que cae» (Hanan Harawi, 2021)
DOMINGO EN EL PUERTO
Frente al mar se destensan las palabras. No hay temor en el arrojo con el que salen impetuosas de nuestros cuerpos. Transfigurados en aves, de nuestros labios y en caída libre se lanzan los grafemas para cobrar vida a pocos centímetros de impactar contra el canto rodado de esta playa sin arena.
Ligeramente empapadas de brisa, nuestras palabras-gaviotas-de-papel levantan vuelo.
De tu mano, el muelle Dársena vuelve a ser mío. Descanso en las gradas que dan al Pacífico. Pasos y risas pasan en tropel por mi costado, es la algarabía propia de quienes se aventuran al travieso vaivén del agua un domingo caluroso de febrero.
Mientras tanto yo en tierra, solo observo.
Tomo mil fotografías de tu sonrisa con la cámara de mis ojos.
Recogido en la antología «Puerto de Letras. Poetas del Callao en el Bicentenario» (Ángeles del papel Editores, 2021)