ADRIANA GONZÁLEZ PASCACIO, nacida en Tixtla de Guerrero, Guerrero Mexico. Plasmando pequeñas ideas, sentimientos y experiencias en versos personales. Docente en el ámbito laboral y autora en el emocional, redescubriendo la escritura.
MORANDO
Viviendo destellos,
De mi naturaleza errante,
No concibo lo distante,
que me percibía de aquello.
Descubrí que, no obstante,
Soy parte fértil de este suelo
De dónde impulso mi vuelo
Ascendiendo en un instante.
Tan ajena me sentía,
Queriendo ser individualista,
Y me he vuelto expresionista
De la realidad que intuía.
Concomitante a vivirme,
Voy construyendo mi idea
Tratando de no mentirme,
Mientras mi mente sisea.
Así acallo las voces
Que me resultan falsas,
Devolviendo mi goce
Y calmando mis ansias.
Si no cimiento y no me muevo
Buscando más alternativas,
Me quedaría a ras del suelo,
No pretendo vivir sin expectativas.
El cielo brilla, veo todo nuevo
Respiro petricor entero.
Con el trinar de las aves
Que uso como placebo
Continúo con lo errante,
A mi naturaleza anejo.
APLAUSO
Vacuo, como yo, como tú, como todo.
O cuéntame de que estás lleno
Cuéntame si encontraste el modo
Para poder sentirte eterno
Y darte cuenta que te estás yendo
Con intención de no encontrar recodo.
Osadía la mía
De asegurar la vida vacía
Será que en mi introspección
Reflejo lo que me dejó
La intimidad de sentir tu guía.
En evidencia dejo,
Que te percibí repleto
De ideas, de vida, y perplejo
De verme siendo parte de tu estigma.
Fue así como todo el tumulto
De lo que traías ahí dentro
Empezó a tornarse oculto
Tras descubrir tu narcisismo y sepulto
Tus convicciones que me han dejado seco.
Quiero reencontrarte
Ser incólume
Repleto de esperanzas, reconstruyendo ilusiones
Que me demuestres tus andanzas, en tus momentos retornes
Y me expliques lo inocuo
Que ha sido vivir en orden.
Vivires que no comparto
¿Con quién se hace ese pacto?
No para estar intacto
Solo, para dejar de ser vacuo.
Lo único que ahora impera
Después de observarte lleno
Dar por hecho que eres pleno
Es la oquedad de tu ser que queda
Al saberte solo una quimera
Los vacíos son importantes
Experiencia resultante
Al desbordar mi ser entero
Brindarte de mis instantes
Rellenando con esmero
Y acuñando el entresijo
Que con fuerza escudriñaste
Y en ese hueco muy profundo
Siento esas entrañas moverse
Se divierten en columpio
Convirtiéndose en dolores que crecen.
Llora, llora entraña rota
Muévete, salte, explota
Que en tu vacía existencia
Aún queda la esencia
De quién te da experiencia,
De quién hace estas notas.
Someras vivencias, insulsos quehaceres
Vaciando mis quereres
Sin tu sola presencia
Y ese dolor, de la viva ausencia
Del amor que me conmisera
Muy víctima de mis ideas
El amor no duele, pero tampoco se aferra.
Te estoy dejando libre
Soltando las posibilidades
Se reconocen mis terquedades,
Necesitando que me mires
¿Cuánto más? He gritado
Como soltar lo que nunca me ha tomado
Se desvanece mi racionalidad
empiezo solo a vaticinar.
En nociones y circunloquios
De por quién estoy sufriendo
No existe tal, solo despojos
De mis visiones,
de expectativas que están muriendo.
Esto no es más que lírica
Codependiente emocional
Acepto de total forma cínica
Que me estoy muriendo, por salirte a encontrar.
Descubro que la vacuidad no existe
Es una mera sensación triste
Regurgito mis dolores
Siento como me envisten
En cuanto pase este viento
Tornado de ires y venires
Te irás volando, sin un regreso
Y mañana lo haré plausible.
Sin temor a errar de ti
Expreso lo que te conocí
Estabas lleno de frenesí
Pero al momento de coincidir,
Vi tu cavidad rebosante
Al mismo tiempo y en un instante
A plazos lentos y degradantes
Deshabitado quedé de ti.
YACENTE
Estoy tirada en el petate de mi sala,
Llorando a cantaros, sintiéndome sola,
Completamente atravesada,
Por las emociones densas de transitar,
Difíciles de conversar.
Estoy tirada en el petate de mi sala,
Pensando en mi existir de nuevo,
En si vivir merece la pena,
Pensando en mi porvenir,
Pensando en cómo destrozarme las venas.
Pero en realidad me da miedo morir,
Me da miedo sentir dolor.
Cómo la desesperación puede llevarte a ese punto sin retorno,
Sin medir quizá consecuencias,
Pensando que no mereces amor.
Estoy tirada en el petate de mi sala,
Escuchando los perros ladrar,
Los pájaros trinar, sintiendo como se me va el tiempo,
Como se me va la vida,
Observo en mi mente cada momento,
De dolor, de tristeza, de alegría.
Llegando a conclusiones ambiguas,
No tengo una respuesta todavía.
Estoy tirada en el petate de mi sala,
Sintiendo cuchillos clavarse en mi pecho,
pensando en todo lo que mal he hecho,
Sn mi sentir que no se apacigua,
Ese sentir que me hace ser fría,
Conmigo, con todos, con mi vida.
No tengo mayores ilusiones,
Hay más miedos en mis visiones,
Todo se resume a mi soledad,
Aún sabiendo que es una construcción social,
Me siento insuficiente para respirar.
Lunes, hoy mi día negro,
Porque de la nada resuello, lloro, grito,
Aprieto los dientes, veo que nada en mi es nuevo.
Sigo siendo la misma mujer que lucha diario por deconstruirse,
Al mandar al carajo todo lo aprendido, sin arrepentirse.
Me siento sola, me siento rota,
Me siento mal, estoy triste,
Me siento insuficiente.
Estoy tirada en el petate de mi sala y pienso en mi hija,
En qué tengo que estar para ella;
No quiero pararme,
Quiero llorar y llorar, quiero esfumarme.
Tengo hambre, pienso en doparme
Eso me ha hecho sentir mejor últimamente,
Aunque soy consciente
De que fuego con fuego no se apaga.
Tengo miedo. Tengo ira. Tengo trabajo mal pagado.
Tengo ganas de ser suficiente.
Pero lo peor es que me siento insuficiente para allá afuera,
Siento que para nada sirvo, siento que nadie me escoge.
Odio estas crisis,
Un día puedo ser “inalcanzable”, a mi pensar
Y otro día estoy tirada en el petate de mi sala,
Pensando en que me quiero acabar.
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