40. Año 9: Adriana González Pascacio | Morando

ADRIANA GONZÁLEZ PASCACIO, nacida en Tixtla de Guerrero, Guerrero Mexico. Plasmando pequeñas ideas, sentimientos y experiencias en versos personales. Docente en el ámbito laboral y autora en el emocional, redescubriendo la escritura.

 

 

 

MORANDO

 

 

Viviendo destellos,

De mi naturaleza errante,

No concibo lo distante,

que me percibía de aquello.

 

Descubrí que, no obstante,

Soy parte fértil de este suelo

De dónde impulso mi vuelo

Ascendiendo en un instante.

 

Tan ajena me sentía,

Queriendo ser individualista,

Y me he vuelto expresionista

De la realidad que intuía.

 

Concomitante a vivirme,

Voy construyendo mi idea

Tratando de no mentirme,

Mientras mi mente sisea.

 

Así acallo las voces

Que me resultan falsas,

Devolviendo mi goce

Y calmando mis ansias.

 

Si no cimiento y no me muevo

Buscando más alternativas,

Me quedaría a ras del suelo,

No pretendo vivir sin expectativas.

El cielo brilla, veo todo nuevo

Respiro petricor entero.

Con el trinar de las aves

Que uso como placebo

Continúo con lo errante,

A mi naturaleza anejo.

 

 

APLAUSO

 

 

Vacuo, como yo, como tú, como todo.

O cuéntame de que estás lleno

Cuéntame si encontraste el modo

Para poder sentirte eterno

Y darte cuenta que te estás yendo

Con intención de no encontrar recodo.

 

Osadía la mía

De asegurar la vida vacía

Será que en mi introspección

Reflejo lo que me dejó

La intimidad de sentir tu guía.

 

En evidencia dejo,

Que te percibí repleto

De ideas, de vida, y perplejo

De verme siendo parte de tu estigma.

 

Fue así como todo el tumulto

De lo que traías ahí dentro

Empezó a tornarse oculto

Tras descubrir tu narcisismo y sepulto

Tus convicciones que me han dejado seco.

 

Quiero reencontrarte

Ser incólume

Repleto de esperanzas, reconstruyendo ilusiones

Que me demuestres tus andanzas, en tus momentos retornes

Y me expliques lo inocuo

Que ha sido vivir en orden.

 

Vivires que no comparto

¿Con quién se hace ese pacto?

No para estar intacto

Solo, para dejar de ser vacuo.

 

Lo único que ahora impera

Después de observarte lleno

Dar por hecho que eres pleno

Es la oquedad de tu ser que queda

Al saberte solo una quimera

 

Los vacíos son importantes

Experiencia resultante

Al desbordar mi ser entero

Brindarte de mis instantes

Rellenando con esmero

Y acuñando el entresijo

Que con fuerza escudriñaste

 

Y en ese hueco muy profundo

Siento esas entrañas moverse

Se divierten en columpio

Convirtiéndose en dolores que crecen.

 

Llora, llora entraña rota

Muévete, salte, explota

Que en tu vacía existencia

Aún queda la esencia

De quién te da experiencia,

De quién hace estas notas.

 

Someras vivencias, insulsos quehaceres

Vaciando mis quereres

Sin tu sola presencia

Y ese dolor, de la viva ausencia

Del amor que me conmisera

Muy víctima de mis ideas

El amor no duele, pero tampoco se aferra.

 

Te estoy dejando libre

Soltando las posibilidades

Se reconocen mis terquedades,

Necesitando que me mires

 

¿Cuánto más? He gritado

Como soltar lo que nunca me ha tomado

Se desvanece mi racionalidad

empiezo solo a vaticinar.

 

En nociones y circunloquios

De por quién estoy sufriendo

No existe tal, solo despojos

De mis visiones,

de expectativas que están muriendo.

 

Esto no es más que lírica

Codependiente emocional

Acepto de total forma cínica

Que me estoy muriendo, por salirte a encontrar.

 

Descubro que la vacuidad no existe

Es una mera sensación triste

Regurgito mis dolores

Siento como me envisten

En cuanto pase este viento

Tornado de ires y venires

Te irás volando, sin un regreso

Y mañana lo haré plausible.

 

Sin temor a errar de ti

Expreso lo que te conocí

Estabas lleno de frenesí

Pero al momento de coincidir,

Vi tu cavidad rebosante

Al mismo tiempo y en un instante

A plazos lentos y degradantes

Deshabitado quedé de ti.

 

 

 

 

YACENTE

 

 

Estoy tirada en el petate de mi sala,

Llorando a cantaros, sintiéndome sola,

Completamente atravesada,

Por las emociones densas de transitar,

Difíciles de conversar.

 

Estoy tirada en el petate de mi sala,

Pensando en mi existir de nuevo,

En si vivir merece la pena,

Pensando en mi porvenir,

Pensando en cómo destrozarme las venas.

 

Pero en realidad me da miedo morir,

Me da miedo sentir dolor.

Cómo la desesperación puede llevarte a ese punto sin retorno,

Sin medir quizá consecuencias,

Pensando que no mereces amor.

 

Estoy tirada en el petate de mi sala,

Escuchando los perros ladrar,

Los pájaros trinar, sintiendo como se me va el tiempo,

Como se me va la vida,

Observo en mi mente cada momento,

De dolor, de tristeza, de alegría.

Llegando a conclusiones ambiguas,

No tengo una respuesta todavía.

 

Estoy tirada en el petate de mi sala,

Sintiendo cuchillos clavarse en mi pecho,

pensando en todo lo que mal he hecho,

Sn mi sentir que no se apacigua,

Ese sentir que me hace ser fría,

Conmigo, con todos, con mi vida.

 

No tengo mayores ilusiones,

Hay más miedos en mis visiones,

Todo se resume a mi soledad,

Aún sabiendo que es una construcción social,

Me siento insuficiente para respirar.

 

Lunes, hoy mi día negro,

Porque de la nada resuello, lloro, grito,

Aprieto los dientes, veo que nada en mi es nuevo.

Sigo siendo la misma mujer que lucha diario por deconstruirse,

Al mandar al carajo todo lo aprendido, sin arrepentirse.

 

Me siento sola, me siento rota,

Me siento mal, estoy triste,

Me siento insuficiente.

 

Estoy tirada en el petate de mi sala y pienso en mi hija,

En qué tengo que estar para ella;

No quiero pararme,

Quiero llorar y llorar, quiero esfumarme.

 

Tengo hambre, pienso en doparme

Eso me ha hecho sentir mejor últimamente,

Aunque soy consciente

De que fuego con fuego no se apaga.

 

Tengo miedo. Tengo ira. Tengo trabajo mal pagado.

Tengo ganas de ser suficiente.

Pero lo peor es que me siento insuficiente para allá afuera,

Siento que para nada sirvo, siento que nadie me escoge.

 

Odio estas crisis,

Un día puedo ser “inalcanzable”, a mi pensar

Y otro día estoy tirada en el petate de mi sala,

Pensando en que me quiero acabar.

 

 

 

 
 

 

Si deseas que tu poesía aparezca en nuestra revista electrónica, te invitamos a revisar nuestras bases  y enviarnos tu propuesta:

 

Convocatoria

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *